Reseña de la película: X-Men: Dark Phoenix

Título en español: X-Men: Fénix Oscura
Título original: 
X-Men: Dark Phoenix
Dirección: 
Simon Kinberg
Guion: 
Simon Kinberg (Historia: John Byrne, Chris Claremont, Dave Cockrum. Cómic: Jack Kirby, Stan Lee)
Fotografía: 
Mauro Fiore
Música: 
Hans Zimmer
Elenco: 
Sophie Turner, James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Jessica Chastain, Nicholas Hoult, Tye Sheridan, Alexandra Shipp, Kodi Smit-McPhee, Evan Peters, Scott Shepherd, Ato Essandoh, Brian d’Arcy James, Summer Fontana, Hannah Emily Anderson
Género: Ciencia Ficción
Distribuidora: 
20th Century Fox
País: 
Estados Unidos
Duración: 
120 min.
Fecha de estreno: 
7 de Junio de 2019

Cuando se habla de grabaciones posteriores a la finalización oficial del rodaje, sólo queda esperar a ver qué es lo que se rompió, cuánto se notan los parches y dónde se pierde el ritmo. Usualmente el resultado será flojo y la cinta en cuestión pasara sin pena ni gloria, si le va bien, y con mucha pena si le va mal (aunque al menos dará de qué hablar).

Una cuestión parecida se da cuando se anuncia con bombos y platillos, desde que se empieza a planear el guion hasta el momento en que el equipo de mercadotecnia entra a hacer lo suyo, que el nuevo juguete de entretenimiento visual estará basado en una saga comiquera que se encapsulará en una película. Parece que aún con todo el éxito del MCU muchos ejecutivos y creadores no han entendido una cosa que Marvel Studios sí entendió y por eso desarrollo su serie de películas: si dice saga no lo haga en una sola película.

Si se juntan ambas situaciones, y se agrega un debutante en la silla de director, se tiene una idea de porque Dark Phoenix (Simon Kinberg, 2019) está siendo una decepción tanto para muchos de los fanáticos de la historia como para los que esperaban un par de horas de acción y entretenimiento.

Kinberg, conocido por ser escritor y productor de otras cintas de la franquicia de los X-Men, demuestra su falta de músculo guía al entregar un filme que es más fallido que francamente malo. Si bien desdice elementos presentados en producciones anteriores que ocurren dentro de la misma línea del tiempo, tiene algunos atrevimientos que hacen pensar en lo que pudo ser si la trilogía planeada cuando se inició la filmación se hubiera concretado.

Con esa ida en mente se entiende mejor ese tono girado a la intriga con el que se dota a buena parte del metraje. Este cambio de tono, que impacta en mayor medida en el giro de los protagonistas más veteranos, presenta un salto de 10 años con respecto a los sucesos ocurridos X-Men: Apocalipsis (Bryan Singer, 2016), durante los cuales Mystique (Jennifer Lawrence) y Magneto (Michael Fassbender) se han vuelto “pacíficos” mientras Beast (Nicholas Hoult) y Charles Xavier presentan una faceta más oscura, sobre todo Xavier, quien se haya ebrio de sí mismo después de lograr una paz nunca mostrada en pantalla con los humanos.

Este cambio en los planteamientos iniciales sería digno de encomio, dado que los personajes creados por Stan Lee (q.e.p.d) y Jack Kirby (q.e.p.d) navegan entre los límites de los arquetipos del héroe y del antihéroe, cambiando de bando y/o de ideología (parcialmente) cuando las circunstancias lo exigen.

Sin embargo, pese al gran trabajo actoral, la cinta pierde sustancia toda vez que en su acto final se entra de lleno en piezas de acción con falta de garra, que dejan de lado elementos y figuras que apuntaban hacia objetivos interesantes que son cortados de este filme inicial que terminó por ser un cierre de saga inesperado y que deja un gusto amargo. En esa sintonía comparte motivos de crítica similares a los que recibió la temporada final de Game of Thrones (planteamiento pausado y personajes ricos tirados por la borda para llegar al “FINAL” lo más pronto posible), sólo que en “menor escala” y en una sola exhibición de casi dos horas.

Todo esto lleva a un plato que, al no ser de venganza, sabe mal al servirse frío, pues la tibieza de su argumento se ve revestida por un elenco casi frígido fuera de contrato, que regresa con ganas de estar haciendo otra cosa y deja que sus personajes sean autómatas de sus intenciones previas en lugar de insuflarles nuevas facetas. Por ello se puede decir de Dark Phoenix que, parafraseando al gran actor Arturo de Córdova, no tiene la menor relevancia y por ello cae sin estrépito, pero con contundencia.

“X-Men: Dark Phoenix” llegará a las salas de cine de México el viernes 7 de Junio de 2019.

Alberto Marín