Reseña de la película: Un papá pirata

Título original: Un papá pirata

Año: 2019

Duración: 94 min.

País: México

Dirección: Humberto Hinojosa Ozcariz

Guion: Yibrán Asuad, Anton Goenechea, Pedro Zulu González, Humberto Hinojosa Ozcariz

Música: Rodrigo Dávila

Fotografía: Marc Bellver

Reparto: Miguel Rodarte, Luis de La Rosa, Natasha Dupeyrón, Andrés Almeida, Dominika Paleta, Slobotzky, Juan Pablo Medina.

Productora: Tigre Pictures

Género: Comedia. Drama. Romance

Este 25 de octubre se estrena Un papá pirata, la cinta está protagonizada por Luis de la Rosa y Miguel Rodarte junto a un gran elenco, donde destacan Natasha Dupeyrón, Andrés Almeida, Juan Pablo Medina e Isabella del Castillo “La bala” en su debut como actriz. Esta comedia mexicana es el quinto largometraje de Humberto Hinojosa y pese a que el título podría remitirnos a aquel comercial donde unos niños advertían sobre la piratería diciendo “tenemos un papá pirata”, en realidad no va por allí el asunto.

La historia gira en torno a Ian quien descubre −tras la muerte de su abuela− que su papá, con quien comparte tantas cosas en común, en realidad no lo es biológicamente. Su verdadero progenitor se llama André y fue un actor famoso por allá de los 80 hasta que misteriosamente desapareció. Tras buscarlo, logra dar con una empresa de botargas y disfraces dirigida por él, así es como por un mal entendido termina trabajando allí para conocerlo antes de revelarle la verdad; sin embargo, lidiar con un hombre hundido en la depresión, alcohólico y desobligado no será lo más sencillo para un chico de 16 años.

La trama por sí sola no parece ser nada del otro mundo, la búsqueda de un joven por su verdadero padre dándole la espalda a la familia que lo crio, sintiéndose engañado y buscando entablar una relación con quien desconoce haber procreado un hijo. A esta premisa básica podría sumársele la chocante comedia acostumbrada en las cintas mexicanas; sin embargo, pese a la primera impresión del cartel y la leída superficial de la sinopsis donde aparecen botargas, el artificio de la mofa funciona muy bien en esta producción.

En cuanto a la narrativa, se sostiene debido al argumento. Este jamás pierde el objetivo a pesar de los lazos creados entre los demás personajes, las problemáticas surgidas y las mini historias enriquecen la historia en vez de distraer de la misma. Pese a las constantes bromas de botargas y la extravagante personalidad de quienes trabajan con ellas, la película mantiene el ritmo y se nutre de la comedia para mantener al espectador enganchado.

La música es uno de los elementos más destacables del filme, no se conforma con introducir el soundtrack para acompañar las escenas, la utilizan como pretexto para la trama puesto que el padre de Ian solía ser parte de una banda en su juventud y durante toda la cinta se habla de un reencuentro con éxitos de los 80 a modo de cover, además, tanto el chico como su hermana (“La Bala”) muestran su talento interpretativo al entonar Lucha de gigantes (Nacha Pop) y A quién le importa (Fangoria) respectivamente.

Las actuaciones son destacables, Luis de la Rosa y Miguel Rodarte tienen una química estupenda en pantalla, se hacen cómplices pese a que uno desconoce el parentesco compartido, además, las participaciones especiales de Ernesto Laguardia y Adal Ramones como ellos mismos haciendo guiños a eventos reales de sus vidas, aunque innecesarios, dan realismo a la tragedia alrededor de André, quien recuerda a varios actores olvidados por errores durante su carrera.

Esta comedia dramática es entretenida y amena, ideal para pasar un rato de risas y conmoverte al grado de dejar caer algunas lágrimas durante el clímax y desenlace. Es una película distinta en el sentido de lograr unir una historia bien argumentada con situaciones bizarras sin caer en los clichés del género y con personajes bien desarrollados con los cuales es fácil identificarse.

Ivonne Koike

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Licenciada en Comunicaión y periodismo, otaku y amante de la lectura. Creadora de contenido y un poquito rara y loca.