Reseña de la película: Un Amor Inquebrantable
Título en español: Un Amor Inquebrantable
Título original: Breakthrough
Dirección: Roxann Dawson
Guion: Grant Nieporte
Fotografía: Zoran Popovic
Música: Marcelo Zarvos
Elenco: Chrissy Metz, Mike Colter, Topher Grace, Josh Lucas, Marcel Ruiz, Rebecca Staab, Alissa Skovbye, Lisa Durupt, Isaac Kragten, Nikolas Dukic
Género: Drama
Distribuidora: 20th Century Fox
País: Estados Unidos
Duración: 116 min.
Fecha de estreno: 18 de Abril de 2019
Las fechas cercanas al periodo de Semana Santa suelen ser objeto, junto con las de Navidad, de programaciones en las que se busca hacer espacio para historias de contenido marcadamente espiritual y religioso. Esto por sí mismo no es ni malo ni bueno, en la medida en que las historias funcionen más allá de su intención devocional. Este no es el caso de Un amor inquebrantable (Breakthrough, Roxann Dawson, 2019).
La cinta, basada en hechos y personajes reales, está lejos de ser una de las tantas típicas historias de contenido religioso que parece más un ejercicio escolar que una propuesta seria por contar un relato que funciones más allá de sus buenas intenciones.
La película cuenta con una fotografía y una sonorización más que decentes, con lo cual logran que la representación sea el centro de la atención. A su vez, esta representación cuenta con actuaciones solventes, en especial las de Chrissy Metz (American Horror Story: Freak Show y This is us), como la madre abnegada a su familia y su fe, y de Topher Grace (That 70’s Show y Blackkklansman) como el pastor de la iglesia a la que acude el personaje de Metz.
Sin embargo, la película cae en otros de los errores propios del cine religioso, particularmente cristiano, que es la falta de conflicto y la delineación de los personajes y sus motivos.
En cuanto al conflicto, el problema no es sólo de la cinta, sino de su comercialización. Tanto el nombre como los antecedentes en los que se basa y los avances de la cinta muestran los componentes más climáticos de la historia, de suerte tal que la mitad de lo que debería sostener la atención del espectador ya se ha revelado.
Lo anterior no sería un problema si el resto del material de una u otra forma hubiera un enganche con la historia. Pero es ahí donde falla el conflicto, si es que lo hay. Una vez que se muestran los elementos por los cuales se llegará al desenlace esperado, estos nunca son refutados ni puestos en duda.
Es verdad que el núcleo de la historia yace en la fe a prueba de dudas del personaje de Metz, Joyce; no obstante, al ser ese personaje al que mejor se le delimitan sus virtudes pero no sus vicios, se evita la posibilidad de al menos un conflicto interno que permita reflejar la importancia de otros valores cristianos y sobre todo humanos (como la empatía y la humildad) que no están desarrollados en Joyce, y que pueden ser tan importantes como la fe para obtener la salvación y con lo cual se posibilitaría la presentación de un drama piadoso que trascendiera su implicación religiosa.
A esto se le suma la existencia de personajes, con dudas o de plano con ausencia de fe, que son tan unidimensionales y tan lejanos por su exposición y tiempo en pantalla que tampoco aportan para mejorar un drama que no vuelve a tener el empuje necesario, tras su evento detonador, para evitar el aburrimiento y la perdida de atención hacia la historia.
Es así como el producto final falla no por su calidad técnica ni su contenido extraordinario, sino por la forma en que entrega una historia que daba para algo más que una mera ilustración plácida y religiosa sobre el poder de la fe de los ya creyentes.
“Un Amor Inquebrantable” llegará a las salas de cine de México el jueves 18 de Abril de 2019.