Reseña de la película: The Irishman

Título original: The Irishman

Año: 2019

Duración: 209 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Martin Scorsese

Guion: Steven Zaillian (Libro: Charles Brandt)

Música: Robbie Robertson

Fotografía: Rodrigo Prieto

Reparto: Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Stephen Graham, Harvey Keitel, Bobby Cannavale,

Productora: Netflix / Sikelia Productions / Tribeca Productions.

Distribuida por: Netflix.

Productor: Martin Scorsese

Género: Thriller, Drama

Sinopsis:

Frank Sheeran fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial, estafador y sicario que trabajó con algunas de las figuras más destacadas del siglo XX. ‘El irlandés’ es la crónica de uno de los grandes misterios sin resolver del país: la desaparición del legendario sindicalista Jimmy Hoffa. Un gran viaje por los turbios entresijos del crimen organizado; sus mecanismos internos, sus rivalidades y su conexión con la política. Adaptación del libro «I Heard You Paint Houses», de Charles Brandt, a cargo del guionista Steven Zaillian (La lista de Schindler, American Gangster).

Opinión de la Película:

Pocos directores son tan emblemáticos y distinguibles como Martin Scorsese. Su estilo de tomar las riendas de la cámara, el cual cobra mayor vigor en la mesa de edición, es tan dinámico en las secuencias de acción como deferente y pausado al presentar y juzgar las acciones de sus personajes.

Personajes que, pese a la variedad de temas que ha tocado, suelen mostrar las facetas más bajas y viciosas de la humanidad, siendo casi todos hombres de bajas pasiones y altos vuelos que no dudan en caer en actitudes y hechos que podrían describirse como gansteriles para lograr volver realidad sus sueños.

Tan poderoso es este tropo, que Steven Spielberg lo tributa con la banda de palomos (Goodfeathers en inglés, en clara referencia al largometraje Goodfellas de 1990) que formó parte del elenco de su serie animada Animaniacs, los cuales habitaban en una estatua dedicada al director italoamericano y que exhibían, en particular el brabucón Pesto (toda una oda al personaje de Joe Pesci en la producción de 1999 antes referida), las conductas de los personajes que el público suele asociar con el trabajo de Scorsese.

Por ello, The Irishman (2019), la más reciente y esperada cinta del realizador neoyorkino, apuntaba a ser una actualización de los arquetipos scorsesianos, más al ser una película basada en la vida de Frank Sheeran, miembro de la familia Bufalino, y que en la ficción es interpretado por un Robert De Niro en plena forma, que se acompaña por un cuadro de honor de habituales colaboradores de Scorsese: el ya mencionado Joe Pesci (a la vez lejos de las maneras de su inmortal Tommy DeVito en Goodfellas, pero cerca de la misma vena peligrosa), Harvey Keitel (una presencia apenas sugerida pero tan o más amenazante que la del proxeneta Matthew Higgins, encarnado por él en esa otra gran cumbre de Scorsese: Taxi Driver de 1976), y la adición de un Al Pacino en un plan tan grande como la sorpresa de verlo regresar a los niveles de explosión dramática que lo hicieron merecedor del reconocimiento de la crítica y el público.

Aún con todo, y aprovechando las más de tres horas de duración del largo largometraje, Scorsese aprovecha la oportunidad para hacer una suerte de lado B de sus historias mafiosas, dando paso a reflexiones sobre el tiempo y los factores que orillan, y en los que culminan, las decisiones que toma una persona al momento de entrar en contacto con las familias delictivas.

Así, la veteranía de su elenco permite que la historia de origen de Sheeran como elemento criminal tenga cierta distancia, al menos en los motivos, con los jóvenes y ambiciosos hombres echados para adelante que solía presentar el realizador neoyorkino, a la vez que le permite extenderse en una reflexión sobre como el tiempo, a diferencia del crimen, sí que paga. Y no admite negociaciones.

Este tono reflexivo se da no tanto en la presentación de los protagonistas, los cuales siguen siendo tomados con la misma humanidad falta de admiración con que Scorsese suele considerarlos en sus trabajos previos, sino en la edición más sosegada que trabaja en conjunto con Thelma Schoonmaker (editora de toda la vida del director), y en la fotografía Rodrigo Prieto, la cual ayuda a dar los tonos necesarios para que la coloración y la iluminación jueguen dentro de la cronología de los hechos presentados.

Todo lo anterior confluye para ensamblar un trabajo sólido y bien estructurado que, sin llegar a ser una de las mejores obras de Scorsese, no queda tan lejos y permite mostrar que tanto él como su equipo recurrente aún tiene la fuerza necesaria, en lo individual y en lo colectivo, para seguir brindando obras de gran valor artístico…, y comercial, por si hacia falta mencionarlo.

“The Irishman” llegará a Netflix el viernes 15 de noviembre de 2019.

Alberto Marín