Reseña de la película: Shazam!
Título: Shazam!
Dirección: David F. Sandberg
Guion: Henry Gayden, C.C. Beck, Bill Parker (Historia: Henry Gayden, Darren Lemke)
Fotografía: Maxime Alexandre
Música: Benjamin Wallfisch
Elenco: Zachary Levi, Jack Dylan Grazer, Mark Strong, Asher Angel, Grace Fulton, David J. MacNeil, Michelle Borth, Djimon Hounsou, Adam Brody, Ross Butler, Natalia Safran, Marta Milans, D.J. Cotrona, Ian Chen, Cassandra Ebner, Cooper Andrews, Faithe Herman, Caroline Korycki, David Kohlsmith, Ava Preston, Lovina Yavari, Andi Osho, Cyndy Day, Angelica Lisk-Hann, Stephannie Hawkins, Evan Marsh, Lotta Losten, Carson MacCormac
Clasificación: B
Género: Ciencia Ficción
Distribuidora: Warner Bros. Pictures
País: Estados Unidos
Duración: 137 min.
Fecha de estreno: 5 de Abril de 2019
En la lucha por la cartelera de superhéroes, DC llevaba las de perder con respecto a Marvel. Si bien existen diversas explicaciones a esta situación, la que parece tener más peso es la que hace eco de la frase popular “quién pega primero pega dos veces”, esto porque antes que buscar una voz propia (como la que tiene en su área de animación) DC prefirió usar la receta de Marvel y añadirle la mirada efectista, pero a veces superficial, de Zack Snyder.
Por azares del destino, buenos para el colectivo pero nefastos para los individuos detrás del control de los proyectos, DC quedó en una posición que le permitió experimentar nuevas líneas, hasta el punto de decidir optar por un universo de individuos entrelazados sólo por momentos en lugar del universo cohesionado de la competencia.
Estos y otros cambios llevaron a que Shazam! (David F. Sandberg, 2019) fuera esperada con ciertos recelos, debido a que si bien DC ya había logrado hitos con Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017) y Aquaman (James Wan, 2018) aún quedaban dudas de como iba a manejar al resto de su plantilla de héroes recurrentes. No obstante, parece que la época del verdadero cambio en DC ha llegado, irónicamente, de manos de su héroe menos maduro.
Aunque la decisión de reclutar a Sandberg parecía al principio dudosa, la forma en que el director da vida al héroe en turno parece ser la ideal para la ocasión. Conocido por su trabajo del cine de horror, Sandberg logra trasladar el tema central de su cine, la familia y sus límites constitutivos, al terreno de la ficción heroica. Con un ensamble que recuerda mucho al armado para su cinta anterior, Annabelle: Creation (2017), el director sueco ofrece una visión interesante sobre como retratar a un héroe que, en sus manos, resulta ser la fusión casi perfecta de los emblemas de DC que son Superman y Batman, lo cual hace pensar si esta no debió ser la cinta inicial para formar el universo live action de la casa editorial, dado su potencial de cimentar las referencias y los imaginarios del universo DC.
La cinta, ambientada en la Filadelfia real en lugar de la ficticia Fawcett City del cómic (lo que da guiños a ese otro héroe ficticio de Filadelfia, encarnado en distintas ocasiones por Sylvester Stallone) sigue a Billy Batson (Asher Angel), un joven adolescente y prácticamente huérfano, pues desde su extravío cuando niño se ha dedicado a dar con el paradero y condición de su madre, razón por la cual muestra un comportamiento de evitación ante la posibilidad de formar lazos con otras posibles familias. Esta actitud lo lleva a un último intento por encontrar a su madre, que a su vez redunda en una última oportunidad de tener otra familia en el hogar adoptivo de los Vázquez (Cooper Andrews y Marta Milans).
Es con esta familia sustituta donde el joven Batson encuentra su núcleo de ayuda y soporte, primero con Freddy Freeman (el joven Jack Dylan Grazer que repite en un papel parecido al realizado en el It de Andy Muschietti), con quien comparte habitación y el secreto de su identidad secreta, Shazam (Zachary Levi, más conocido por su papel de Chuck en la serie homónima y por interpretar a Fandral, uno de los comparsas del Thor del MCU), y más adelante con el resto de la familia, en la medida que está se revela como lo que necesita una vez que su sueños y esperanzas se ven confrontadas con una realidad que resulta dolorosa de confrontar. Y es en este relato de donde surge la fortaleza de una cinta mayormente bien cohesionada, que aun así presenta ciertos fallos.
Fallos menores, como en el CGI (algo que parece ya más una marca de la casa que una debilidad para DC) y en el desarrollo del villano en turno, el doctor Thaddeus Sivana, quien resulta un tanto deslucido, y que probablemente no hubiera resultado tan efectivo de no ser por la actuación de un secundario pero convincente Mark Strong en un nivel similar la de la primera entrega de Kingsman (Matthew Vaughn, 2014).
Sin embargo, la cinta logra sobreponerse a esos altibajos para entregar un relato de inicio que se aleja de la típica historia (en parte porque el personaje lo permite) y que da con ese tono, humorístico y magnánimo, que tanto hacia falta en las cintas de DC. Porque si algo hay que reconocerle a la cinta es que logra trasladar el estilo a la vez ñoño y pícaro que el universo DC tiene en sus cómics, lo cual permite que las escenas heroicas sean trabajadas con anticipación, a la par que la falta de solemnidad ante ellas obre para hacerlas más impactantes en lugar de restarles poder.
Con todo lo anterior, el resultado final hace pensar que, si se entiende a la adolescencia como la etapa de transición entre el imaginario del mundo infantil y la posibilidad asumir las complicaciones de la vida madura sin perder los anhelos iniciales, Shazam! puede excusarse de sus fallos en la medida que se enmarque como el fin de los ensayos, en cierta medida infantiles por los caprichos detrás de las producciones, que han marcado hasta el momento la mayor parte de la filmografía de DC y el inicio de una etapa madura de creatividad bien asentada en lo real pero con gran riqueza fantástica.
“Shazam!” llegará a las salas de cine de México el viernes 5 de Abril de 2019.