Reseña de la película: Nomadland, todos nos veremos en el camino
Título original: Nomadland
Año: 2020
Duración 108 min.
País Estados Unidos
Dirección Chloé Zhao
Guion Chloé Zhao.
Música Ludovico Einaudi
Fotografía Joshua James Richards
Reparto Frances McDormand, David Strathairn, Linda May, Charlene Swankie, Bob Wells, Gay DeForest, Patricia Grier
Productora Highwayman Films, Cor Cordium Productions, Hear/Say Productions.
Distribuidora: Searchlight Pictures, Walt Disney Pictures
Género Drama | Road Movie. Naturaleza. Crisis económica 2008. Cine independiente USA
Estreno: 15 de abril
Salida de la corriente del cine independiente norteamericano, misma que ha entregado muchos directores con visiones interesantes como Ryan Coogler, Greta Gerwig, entre otros, llega el nuevo largometraje de Chloe Zhao, quien con su anterior película, The Rider, había ya llamado la atención en los premios de cine importantes de la categoría como lo son los Independent Spirit Awards e incluso causó que Marvel Studios se fijará en ella para hacer una de las cintas de su nueva fase gracias a su excelente labor como directora.
En Nomadland, cinta nominada a seis Premios de la Academia este año incluyendo Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz y otros, Zhao decide hablar de los nuevos nómadas, aquellos que abandonan su zona de confort para viajar a través de los Estados Unidos viviendo en sus propios vehículos y consiguiendo empleos temporales para sobrevivir mientras que seguimos los pasos de Fern (Frances McDormand).
Después de haber perdido su casa, su esposo y hasta su pequeña comunidad debido a la crisis económica, Fern decide explorar este estilo de vida que la llevará a aprender grandes lecciones alejándose de las usuales convenciones sociales y del apego por las propiedades, comprendiendo el valor de las pequeñas cosas que nos encontramos en el camino.
Gracias a la fotografía de Joshua James Richards, Zhao captura la naturaleza del oeste americano, recordando esos grandes paisajes panorámicos de los westerns y haciendo a la vez un guiño a la historia de un país como Estados Unidos que siempre ha vivido y se expandió gracias a los nómadas, aquellos que en algún momento buscaron nuevas oportunidades, que se aventuraron a ir más allá de lo que pensaban y fueron abriendo paso a una nación.
También, en esta adaptación de la novela escrita por Jessica Bruder, podemos ver cómo Zhao hace hincapié en algunas de las problemáticas que han originado el viaje de estos “nuevos nómadas”, como lo es la falta de oportunidad laboral, la laguna que hay en cuanto a los servicios médicos para personas mayores, entre otros puntos destacados que rodean a esta especie de ‘road movie’ en donde Fern va encontrándose a sí misma en el camino.
Algo que hace especial a la visión de Zhao es la habilidad de mezclar la historia que nos cuenta con personajes de la vida real, algo que ya habíamos visto en sus dos anteriores filmes, tanto The Rider (2017) como en su ópera prima Songs My Brothers Taught Me (2015). En Nomadland, los testimonios que rodean a Fern son de gente que vive este fenómeno del “nuevo nómada” y que enriquecen la experiencia que vemos en pantalla, dando un aire natural al filme.
Desde escuchar a Swankie y sus líos con su salud hasta llegar a las grandes filosofías de la carretera dadas por Bob Wells o esa infalible amistad encontrada en Linda May, en esta tierra de nómadas nos encontramos con la redefinición de ese sueño americano en plena época moderna, donde las redes de aparente seguridad que existían en esta nación poco a poco han desaparecido, derivando en una individualidad que le da un nuevo significado e identidad a este estilo de vida.
Ahí radica la importancia y gran calidad en la actuación de Frances Mcdormand, que logra colarse como un miembro más de esta comunidad, que se vuelve testigo y participante de ello en esta mezcla entre realidad y ficción, una escucha de las historias que van marcando esta nueva concepción americana. Tal vez el punto más flaco recae en su contraparte masculina, David Strathairn, cuyo rol se siente menos natural pero que ayuda a ser ese punto de entendimiento y reflexión entre lo que tuvo o pudo seguir teniendo Fern en contraparte con la libertad y su presente, ese que abraza plenamente al aceptar que ya no puede quedarse en un solo lado porque no hay nada que la detenga.
Una de las mayores virtudes es el guion, donde hay frases por parte de estos nómadas de la vida real que provocan la reflexión acerca de lo que vivimos, si esa aparente seguridad que tenemos nos hace plenos o felices, así como hacen una exploración ante las ventajas y desventajas de este viaje ya que, como se menciona en una parte, “ser nómada es una decisión, no una circusntancia”.
Es así que Fern aprende, reencuentra y ve la oportunidad de una nueva identidad, de darle sentido a su vida sin tener que estar apegado a una casa, un esposo o un trabajo en medio de una sociedad que parece depender de lo material en un mundo donde la importancia de las pertenencias comienza a ponerse en perspectiva, poniendo en reflexión la idea de la libertad que conlleva esta nueva interpretación de un sueño americano que parece remitirnos al pasado de una nación dividida.
“Una de las cosas que más amo de esta vida es que no hay un adiós definitivo. ¿Sabes? he conocido a cientos de personas aquí y nunca me despido por última vez. Siempre digo: Te veré en el camino”, afirma Bob a Fern (Mcdormand) en una etapa de esta road movie. Esa, posiblemente, es una de las mayores lecciones que aplica no sólo para estos nuevos nómadas, sino para todos en general, algo fundamental que a veces se nos olvida ante la importancia de lo material y los apegos. La vida es un camino, ese en el que todos vamos y en el cual nos encontramos o nos alejamos. Nomadland, sin duda, recalca esa idea y nos recuerda que, no importa que pase, todos andamos y nos veremos ahí, en ese camino, como los nómadas que somos.
“Nomadland” se estrena el 15 de abril en México en cines autorizados. Checa cartelera local para mayor información.