Reseña de la película: Mujeres a coro
Título original: Military Wives
Año: 2019
Duración: 110 min.
País: Reino Unido
Dirección: Peter Cattaneo
Guion: Rosanne Flynn, Rachel Tunnard
Música: Lorne Balfe
Fotografía: Hubert Taczanowski
Reparto: Kristin Scott Thomas, Sharon Horgan, Amy James-Kelly, Robert Whitelock, India Ria Amarteifio, Sophie Dix, Davina Sitaram,
Productora: 42 / Tempo Productions Limited.
Género: Drama
Quizás las historias más conmovedoras provienen de la vida real. Al menos eso parece indicarnos el cine, ya que cada vez es más frecuenta ver en los créditos la leyenda “Basada en hechos reales”, con más de alguna licencia para que la trama sea más digerible para el público. Las películas de guerra, con soldados de protagonistas, son el mejor ejemplo de lo antes mencionado, pero ¿dónde quedan sus esposas? Precisamente Mujeres a coro, a estrenarse este 20 de marzo gracias a Cinemex, responde en parte a este cuestionamiento.
El filme se desarrolla en una base militar donde un grupo de soldados se prepara para ir a luchar por su país a Afganistán por al menos seis meses, las despedidas entre las distintas familias son diversas y van desde las plagadas de lágrimas hasta aquellas terminadas en peleas; cada esposa lidia de diferente forma con sus sentimientos. Tras la partida del escuadrón, Kate, la esposa de uno de los militares, intenta sentirse útil y se inmiscuye en la planeación de actividades culturales para las demás mujeres, ayudándolas a sobrellevar los siguientes meses, en los que más de una esperará con ansias noticias buenas y malas de sus seres queridos.
Como resultado de una lluvia de ideas, surge la propuesta de un coro no profesional, donde serán aceptadas todas aquellas que estén libres dos tardes por semana. El único problema es que Lisa, quien presidía reuniones que terminaban en borracheras, no está tan dispuesta en ayudar a Kate en algo que parece tan “aburrido y estirado”, donde además no hay alcohol de por medio para sobrellevar la separación de sus maridos. Así es como estas dos mujeres, tan diferentes en absolutamente todo, se irán conociendo poco a poco mientras ayudan a otras esposas a distraerse del modo de vida que aceptaron al casarse con un militar.
El filme está basado en un hecho ocurrido en abril de 2010, en las instalaciones de la base militar de Caterick Garrison, Gran Bretaña; donde se formó el primer coro de mujeres integrado por esposas, hijas o hermanas de los soldados enviados a Afganistán. Y si a primera vista parece que la trama es previsible y que en realidad no hay un trasfondo o una historia bien sustentada, la verdad es otra, ya que logra conectar a los sentimientos de la audiencia a través de su soundtrack; lo natural de las relaciones y personajes; así como las actuaciones.
La música es sin duda el pilar del largometraje, con canciones que logran atraer a todo el público sin importar la edad, desde Time after time de Cindy Lauper, pasando por estrofas de Thank You de Dido, hasta llegar a Wherever you are, un single escrito por el coro original y que culmina y expresa todos los sentimientos que aborda la cinta desde su comienzo. Además, es a través del soundtrack que se muestra el estado de ánimo de las protagonistas, siendo esta su voz más allá de los diálogos.
Otro de los puntos fuertes es la forma de relacionarse entre los diversos personajes, ya que a pesar de la diferencia de personalidades entre las chicas del coro, jamás se ve un intento de cambiar a la otra pese a no estar de acuerdo con sus métodos. De igual forma, aunque Kate y Lisa tienen problemas de afinidad en un inicio, no se les ve poniéndose el pie o hablando mal de la otra, sino terminan resignándose y apoyando cuando los problemas inician. Incluso se dan tiempo para un poco de humor más por las personalidades de cada una que porque sea una comedia.
Mujeres a coro es una película imperdible para quienes disfrutan de los musicales, sin que el filme lo sea, así como de historias que más allá de un guion profundo, posee uno que llega al corazón a la par que muestra la vida de las familias que quedan atrás cuando los soldados van a misiones y cómo pareciera que su día se divide en esperar a que suene el teléfono o toquen a la puerta con malas noticias.