Reseña de la película: Midsommar: El Terror No Espera La Noche

Título en español: Midsommar: El Terror No Espera La Noche
Título original: 
Midsommar
Dirección: 
Ari Aster
Guion: 
Ari Aster
Fotografía: 
Pawel Pogorzelski
Música: 
The Haxan Cloak
Distribuidora: 
Corazón Films México
Elenco: 
Florence Pugh, Jack Reynor, Will Poulter, William Jackson Harper, Ellora Torchia, Archie Madekwe, Vilhelm Blomgren, Julia Ragnarsson, Anna Åström, Anki Larsson, Lars Väringer, Katarina Weidhagen van Hal, Isabelle Grill
Género: Terror
País: 
Estados Unidos
Duración: 
145 min.
Fecha de estreno: 
20 de Septiembre de 2019

En el 2012 nació una empresa que apostó por apoyar a nuevas voces y visiones cinematográficas de corte más independiente para invadir el mercado de Hollywood, esa es la productora y distribuidora A24, creada por John Hodges, David Frenkel y Daniel Katz, dedicada a impulsar interesantes cintas que van desde En Los 90 (Hill, 2018) o Viene de Noche (Shults, 2017) hasta las multipremiadas y aplaudidas Lady Bird (Gerwig, 2017) y Luz de Luna (Jenkins, 2016).

Hace un año, esta casa productora apostó por un joven director/escritor de origen neoyorquino para darle oportunidad de que hiciera su primer largometraje después de haber realizado ya 7 cortometrajes. Este proyecto, que además era una nueva propuesta en cuanto al género del terror, se llamó El Legado del Diablo (Hereditary, 2018) y su creador se llama Ari Aster.

Con su ópera prima, Aster ganó el aplauso de la crítica y los fans del género por igual. Si bien su primer cinta podría generar sentimientos encontrados entre la gente que la veía por ser un terror diferente que no se basa en el jump scare y el susto básico sino en lo complejo de sus personajes, las atmósferas y problemas con los que están lidiando hasta un punto detonante final, no era una cinta que dejara indiferente a la audiencia, provocando amor o rechazo hacia la misma.

Un año después, Aster regresa con su segunda cinta de nombre Midsommar (2019) donde decide enfocarse en el folk horror, género casi ignorado en la rama del terror pero de la cual hay grandes ejemplos como la clásica The Wicker Man (Hardy, 1973) o las más actuales cintas como La Bruja (Eggers, 2015) y Apóstol (Evans, 2018), donde las tradiciones paganas, los rituales o el mismo folklor de una cultura rural aislada de la modernidad de las ciudades es parte fundamental para las situaciones que estamos a punto de presenciar.

Con esto en mente, Midsommar nos presenta a Dani (Florence Pugh), una chica que tiene problemas familiares y no sabe que hacer al respecto. Su novio, Christian (Jack Reynor) suele ser su consuelo, pero su relación no está yendo del todo bien. Pero cuando el grupo de amigos de Christian decide ir de visita a Suecia para la celebración del festejo del verano al que hace alusión el título de la cinta, la pareja en crisis decide ir con ellos en busca de algo que los una y les dé más armonía. Sin embargo, lo que aparentemente parecía ser un viaje de descanso y retiro poco a poco se convierte en una pesadilla.

Hablar de los confines temáticos de Ari Aster con sólo dos cintas en su haber puede ser un poco arriesgado, pero sin duda Midsommar de nueva cuenta toca temas como el sentido de la pérdida, la familia y la culpa, los cuales también vimos en El Legado del Diablo. Estos temas son llevados a un aparente paraíso terrenal donde la ambientación es totalmente diferente, ya que la luz juega un papel importante en este folk horror. El hecho de que la mayor parte de la cinta suceda a la luz del día ya es algo que la convierte en interesante, ya que Aster juega con esos elementos para crear un aparente ambiente paradisíaco que poco a poco va convirtiéndose en algo terrorífico e impactante.

La fotografía y la musicalización en la cinta son parte fundamental del rompecabezas. La música compuesta por The Haxan Cloak es simplemente maravillosa y te envuelve en este mundo extraño donde todo puede pasar, además de que trabaja muy bien los momentos y las atmósferas, provocando una incomodidad que sin darte cuenta va creciendo poco a poco hasta convertirse en el sonido de tus pesadillas. La fotografía también juega un papel determinante y Pawel Pogorzelski, quien trabajó con Aster en su ópera prima, logra trasladar esas sensaciones a plena luz de día.

Si vemos el diseño de vestuario y sobre todo el de producción de todo lo que tiene que ver con los Harga, también es de aplaudirse. Y es que aquí denota el estudio que Aster y Henrik Svensson se tomaron para captar la esencia de los pueblos rurales de Suecia, inspirándose en algunos murales que encontraron así como en las fiestas locales como la de Santa Lucía en este país nórdico, todo eso para contar la historia de un pueblo que cada 90 años hace su gran celebración ritualística, dándole un realismo y protagonismo a lo que vemos en pantalla y que además está apegado a ciertas tradiciones de los pueblos suecos.

En el plano actoral, sin duda Florence Pugh se lleva la cinta gracias a la carga dramática de su personaje, el cual seguimos durante este viaje de cierre. Su dolor, su falta de aceptación, su paranoia por su relación fallida, todo eso lo transmite de manera perfecta aderezado a los factores extraños que la rodean y acaban por detonar el climax de la cinta. Incluso en esto se nota de nuevo que Aster tiene una tendencia hacia escoger a un rol femenino pasarlo por un infierno y concluir su viaje de buena o mala manera. En cambio, su contraparte, Jack Reynor, no lo hace mal, siendo éste un personaje que genera animadversión por sus actitudes pero que acaba su viaje de una manera inesperada. Y qué decir del grupo de los Harga, un cast que poco a poco va mostrando sus verdaderas intenciones hasta ese final de pesadilla en ácido.

Sin duda, Aster es un director que le ha hecho muy bien al género y tan sólo con dos cintas ha demostrado que el terror es más que sólo sustos y trasmitir miedo, sino que también puede ser algo psicológico, algo que no ves pero que se mete por dentro y te angustia, dejándote con una sensación de intranquilidad que cuesta trabajo asimilar al final. Un terror donde el lenguaje cinematográfico pesa mucho más que los jump scares, las criaturas y los asesinos matones, sino más bien uno que nos enfrenta a los peores temores de cada uno y lo que estamos dispuestos a hacer para tratar de liberarnos de ello.

Al final, Midsommar resulta una cinta para adultos con temas y secuencias gráficas que impactan y poco a poco se desarrollan, una película que te obliga a poner atención en el detalle y que se convierte en una pesadilla de día y a plena luz de la que no se puede escapar. Si esta cinta, como ha afirmado Aster, resulta ser la última del género que hace, se extrañará su voz única en el terror que, efectivamente, no tiene que esperar la noche para ser terrorífica de maneras que uno no imagina.

Dato curioso: El corte original de Aster duraba cerca de 4 horas, el cual editó hasta hacer una cinta de 171 minutos para presentársela a la productora A24. Sin embargo le pidieron que recortará aún más la cinta, dando como resultado final este corte de 145 min. Pero el Director’s Cut de casi 3 horas de duración existe y ya se ha proyectado de manera limitada en cines de EEUU y en Inglaterra.

Calificación: 9 / 10

“Midsommar: El Terror No Espera La Noche” llegará a las salas de cine de México el viernes 20 de Septiembre de 2019.

Aarón Navarro

Comunicólogo, melómano, cinéfilo, amante de la lectura. Escribo opiniones/reseñas de películas y series.