Reseña de la película: Mejor Que Nunca

Título en español: Mejor Que Nunca
Título original: 
Poms
Dirección: 
Zara Hayes
Guion: 
Shane Atkinson (Historia: Zara Hayes)
Clasificación: 
Edad 13+ (Aplausos para una comedia picante con un atractivo multigeneracional)
Música: 
Pedro Bromfman
Elenco: 
Diane Keaton, Jacki Weaver, Pam Grier, Celia Weston, Rhea Perlman, Charlie Tahan, Bruce McGill, Alisha Boe, Phyllis Somerville, Suehyla El-Attar, Sharon Blackwood, Carol Sutton, David Maldonado, Frank Hoyt Taylor, Charles Green, Patricia French, Robert Larriviere, Alexandra Ficken, Maxwell Highsmith, Henardo Rodriguez, Karen Beyer, Kevin Petruski Jr., Wesley Williams
Género: Comedia
Distribuidora: 
Diamond Films México
País: 
Reino Unido
Duración: 
91 min.
Fecha de estreno: 
12 de Julio de 2019

¿Hay vida en la vejez, entendiendo aquella como la posibilidad de seguir disfrutando como cuando se era joven, más cuando no hay quien cuide de uno debido a que las decisiones de vida lo orillan a la soltería sin descendencia?

En cierto sentido esa es la pregunta que busca responder Mejor que nunca (Poms, 2019) de la directora Zara Hayes, que con este suma dos filmes en su haber (el anterior es The battle of the sexes, del 2013, la cual codirigió con James Erskine), y en este busca explorar la vida de Martha (Diane Keaton), una mujer que ante la ausencia de familiares o personas que la procuren se traslada a una zona residencial de lujos para personas ¿de la tercera edad, adultas maduras/mayores/en plenitud; alguien lleva el seguimiento de los términos usados para referirse a los ancianos?, en la cual conoce a su vecina Sheryl (Jacki Weaver) quien, gracias a su personalidad juerguista y desenfadada, la orilla a buscar como darle un nuevo sentido a su vida.

Ese sentido viene en forma de una escuadra de porristas conformada por Martha, Sheryl y un grupo de simpáticas y bienintencionadas ancianas que también viven en el residencial, con lo cual se desata una serie de situaciones que ponen a prueba la forma en que el resto de los habitantes, familiares de ellos y pobladores de la ciudad cercana responden ante lo que para ellos es un desatino y una supuesta falta de decoro.

Falta de decoro que fue recibida de mala manera por la crítica norteamericana, comentando que falta el respeto al demográfico al que supuestamente busca representar y persuadir de asistir a salas al mostrar a las protagonistas como cuasi-adolescentes desenfrenadas, con actitudes típicamente asociadas a personas con la tercera parte de la edad.

Si bien es cierto que en muchos sentidos la cinta cae en clichés que la acercan más a Dirty grandpa  (Dan MAzer, 2016), Mean girls (Mark Waters, 2004), The house bunny (Fred Wolf, 2008) o a la iteración 70 y más de Bring it on (en especial la de Peyton Reed del 2000 o la de Steve Rash del 2006), que a Last Vegas (Jon Turtletaub, 2013) o Going in style (Zach Braff, 2017) en la medida en la que se coloca a las protagonistas en situaciones que pueden pecar de absurdas e incómodas de presenciar en personas de edad (en especial a Sheryl, ¿alguien ha imaginado a sus abuelos saliendo de fiesta, realizando actividades “poco propias” para su edad o disfrutando de su vida sexual como si fueran adolescentes?), tampoco es para tanto el revuelo.

Ciertamente las situaciones cliché suelen caer en chistes a veces poco afortunados, a veces pasados por su insistencia más que por su tema, pero la simpleza de la mayoría de ellos funciona por el nivel actoral de Keaton y Weaver, quienes cargan con el mayor peso de la historia, y que logran dar con el tono para manejar la una a un personaje un tanto cerrado y discreto dadas sus características, y la otra a una mujer que afronta lo que le queda de vida con actitud relajada y divertida sin caer en situaciones de riesgo.

También, sin querer y tal vez de la forma menos afortunada, la película puede dar pie a analizar las concepciones que se tienen para con una parte de la población a la que se le busca tratar con “dignidad” a partir de cambios en la forma en que se refiere a ella, sin hacer el esfuerzo por desmitificarla y sacarla del nicho de respeto y apego a las formas en el que se le suele guardar, con lo cual poco se hace por abordar la vejez desde una óptica moderna, pues los abuelos de hoy no son los abuelos de nuestros abuelos, y por tanto no piensan y viven su vejez de la misma manera.

“Mejor Que Nunca” llegará a las salas de cine de México el viernes 12 de Julio de 2019.

Alberto Marín