Reseña de la película: Mamá se fue de viaje
Título original: Mamá se fue de viaje
Año: 2019
País: México
Dirección: Fernando Sariñana
Guion: Remake: Mariano Vera, Juan Vera
Reparto: Martín Altomaro, Andrea Legarreta, Nina Rubín Legarreta, Leonardo Beltrán Del Río, Leo Barceló
Género: Comedia | Cine familiar. Familia. Remake
Este 13 de septiembre llegará a todos los cines el remake mexicano titulado Mamá se fue de viaje e inspirado en la película argentina homónima y cuya reseña puedes encontrar en nuestro sitio o dando click aquí. La cinta mexicana está protagonizada por Martín Altomaro, Andrea Legarreta, Nina Rubín Legarreta, Leonardo Beltrán Del Río, Leo Barceló, quienes darán vida a una familia disfuncional como tantas donde la madre hace todo y el padre poco se involucra creyendo que mientras lleve dinero a casa, lo demás sale sobrando.
La historia inicia con un vistazo al hogar donde los cuatro niños son un desastre, parecen no poder hacer nada si su madre no les ayuda; ni siquiera levantarse por la mañana. Mientras tanto, el padre se la vive preocupado por obtener un puesto superior en la empresa y piensa que su mujer exagera cuando se queja de todas las responsabilidades de una ama de casa y es así –igual a tantas otras películas− como hacen una apuesta al aire de cambiar de lugar.
Cassandra, harta de no ser valorada, se va a un retiro de yoga junto a su hermana encargándole a Gabriel el cuidado del hogar y por ende de sus cuatro hijos. Bastará una mañana como responsable de los chicos para que el hombre se percate de cuan desorientado está; no sabe dónde estudian, qué actividades tienen o quiénes son sus amigos. Y es así como el calvario de este hombre iniciará a la par que se esfuerza por no perder su tan ansiado ascenso.
La trama de la película es predecible a sólo unos minutos de su inicio. Hemos visto la misma temática en cientos de películas y capítulos de series donde ambas partes creen hacer más que el otro y por ese lado esta cinta no aporta absolutamente nada nuevo o algo destacable por sobre otras. La narrativa es plana y sin algún giro que atrape la atención del espectador a pesar de estar catalogada como una comedia cómica.
Las actuaciones tampoco son una revelación. Parece ser que las monótonas formas de actuar de Andrea Legarreta se han transferido a su hija Nina, quien toda la película parece caricaturizar a una adolescente sangrona y simple, sin ningún rasgo de personalidad y sin dar risa o provocar algún interés o simpatía por su personaje. Tanto ella como el personaje de Leonardo no poseen ningún tipo de crecimiento salvo por los últimos momentos de la cinta, sin dar una explicación de cómo sucedió y por lo tanto, sin ser creíble.
El soundtrack es bueno, canciones de los ochenta en su mayoría y siendo de Timbiriche las más usadas en los momentos significativos. La fotografía es agradable debido a la combinación de colores usada en paisajes, escenografías y vestuarios, siempre dando la impresión de que todo es muy alegre y está en su lugar pese a que muchas veces la situación te narre todo lo contrario.
Sin duda esta cinta se suma a la de los remakes –esta vez con poco tiempo de diferencia entre uno y otro− innecesarios traídos a la pantalla grande. Si bien la original recibió buenas críticas y fue un éxito en Argentina al copiar el estilo cómico norteamericano, en México no estoy segura de que funcione, sólo nos queda esperar a saber si el remake repetirá las mismas cifras en nuestro país.