Reseña de la película: Los que se quedaron
Título original: Akik maradtak aka
Año: 2019
Duración: 83 min.
País: Hungría Hungría
Dirección: Barnabás Tóth
Guion: Klára Muhi, Barnabás Tóth (Novela: Zsuzsa F. Várkonyi)
Música: Laszlo Pirisi
Fotografía: Gábor Marosi
Reparto: Károly Hajduk, Abigél Szõke, Mari Nagy, Barnabás Horkay, Katalin Simkó, Andor Lukáts, Judit Marosvölgyi, Zsolt Zayzon, Adél Jordán,
Productora: Inforg-M&M Film Kft
Género: Drama | Holocausto. II Guerra Mundial
Los que se quedaron (Those who remained), es un filme que llega a la República mexicana gracias a la 17° edición del Festival Internacional de Cine Judío en México y a Cinépolis que ha prestado sus salas de arte para llevar la selección a más lugares dentro del país. Este tour de cine se presentará en diversas sedes a lo largo de la República mexicana, así como en los complejos de cine de la cadena antes mencionada.
La historia sigue la evolución de Klara, una chica aparentemente mal nutrida y que pareciese a punto de desmayarse o morir apabullada por el peso de sus pensamientos negativos y el desagrado que cree causar en las demás personas. Tras conocer a Aladar, un ginecólogo con algo de prestigio en el campo médico, su vida comienza a cambiar al encontrar en él a un igual, ya que hablan de literatura, filosofía y medicina, haciéndola recordar a su padre, quien fuera doctor antes de ser mandado a un campo de concentración, así como un confidente, pues ambos luchan contra la soledad de una rutina incompleta.
Además, este filme húngaro aborda el tema del holocausto desde la perspectiva no de aquellos que sobrevivieron, sino de quienes se quedaron: los huérfanos, viudos, sobrevivientes, parientes sin noticias del paradero de su familia, etc. Utilizando como protagonistas a una pareja que a simple vista podrían parecer totalmente diferentes pero que terminan por ser más parecidos por el mero hecho de ser humanos, tener miedo y haber perdido a alguien.
La historia está bien desarrollada pese a sentirse un ritmo lento a lo largo de todo el metraje; sin embargo, esto lejos de aburrir o hacerla pesada la hacen precisa y dramática, con el desarrollo adecuado de cada personaje y situación, dando detalles en tiempo y forma para la reconstrucción de los motivos y acontecimientos que formaron a los protagonistas, espejo de cientos de personas una vez terminada la Segunda Guerra Mundial.
Pese a su corta edad Abigél Szõke (Klara) logra plasmar en su mirada, gestos y actuación la problemática y traumas de varios niños quienes quedaron a la deriva, sin familia y con el miedo permanente a ser abandonados. La chica pese a su aparente fragilidad física y mental, expresa con la mirada y voz toda la fuerza que poseen aquellos que se han forjado en la adversidad.
Por su parte, Károly Hajduk (Aladar) logra darnos un personaje frío, práctico y distante en un principio, pero mientras avanza la cinta nos abre no sólo su corazón sino sus memorias, así como sus más profundos temores que parecen no terminar. La pareja logra no sólo convencer sino poner sobre la mesa un debate sobre la amistad entre un niño y adulto, así como la delgada línea de lo correcto e incorrecto ya plasmada en otros títulos más comerciales como Perfecto asesino.
Los que se quedaron es un largometraje visualmente hermoso, lleno de colores tenues que van de la mano de una hermosa fotografía que lo mismo retrata parques y arquitectura; lugares y personas, cotidianidad y escenas profundas, valiéndose primero de tonos oscuros para dar paso según avanza la trama a la luz y la vivacidad de tonalidades.