Reseña de la película: La Viuda
Título en español: La Viuda
Título original: Greta
Dirección: Neil Jordan
Guion: Ray Wright, Neil Jordan
Fotografía: Seamus McGarvey
Música: Javier Navarrete
Elenco: Isabelle Huppert, Chloë Grace Moretz, Maika Monroe, Stephen Rea, Colm Feore, Zawe Ashton
Género: Thriller
Distribuidora: Diamond Films
País: Irlanda
Duración: 98 min.
Fecha de estreno: 14 de Junio de 2019
Neil Jordan es un director reconocido tanto por sus pares como por el público. Los primeros le dieron el espaldarazo al otorgarle el BAFTA a Mejor Película Británica y el Oscar a Mejor Guion Original por The crying game (1992), una cinta que explora temas comunes en la obra total de Jordan (relaciones sexuales tabú, conflictos de poder) en el marco del Conflicto de Irlanda del Norte.
A su vez, goza de un reconocimiento importante entre el público general por la cinta Interview with the vampire (1994) y la serie de televisón The Borgias (2011-2013). Entre ambos puntos de reconocimiento existen otras tantas obras donde se continua su exploración realista, adornada con guiños de fantasía y onirismo, de sus temas base. No todo este repertorio mantiene el nivel de sus trabajos más reconocidos, siendo algunos decepciones creativas y/o con poca recaudación. Greta (2018) parece ocupar un lugar en ese limbo.
En esta intriga psicológica Jordan explora los límites del amor y la inocencia a partir de una chica, Frances (Chlöe Grace Moretz), una recién llegada a Nueva York que aún mantiene una mirada sin malicia con respecto a las demás personas, lo cual la lleva a establecer una relación de amistad con Greta (la portentosa actriz francesa Isabelle Huppert) una mujer madura que poco a poco desvela poseer profundas y dolorosas capaz de insania debajo de su modesta y comedida apariencia.
Una vez dispuestos los elementos se podría esperar un filme con la dosis necesaria de intriga para pasar un buen rato, cosa que no llega a cumplirse al 100 por 100. Esto de debe a la presencia de un problema que tiene que ver con la noción del tiempo, tanto dentro de la historia como en la época en la que se inserta.
Empezando por lo segundo, se nota la fibra de Jordan en la concepción de la narración, la cual está totalmente dentro del corpus de Jordan. Sin embargo, parece que el planteamiento llegó con retraso. Esto se debe en gran medida, aunque no del todo, a la irrupción de los celulares como elementos importantes para la historia. Cuesta creer que en los tiempos que corren, donde la omnipresencia de los celulares con sus miles de aplicaciones es el pan de cada día, no haya alguien que tenga la cabeza fría para tratar de ayudar a Frances con los problemas que empieza a desarrollar con Greta. Esto se agrava si se toma en cuenta la genial aproximación a la tecnología que desarrolló Aneesh Chaganty el año pasado con Searching, donde la tecnología apoya en lugar de menoscabar la trama.
Por otro lado, tras eventos de alcance mundial como el #MeToo, es complicado entender como Frances, o su activa y moderna amiga y compañera Erica (Maika Monroe), no son capaces de diseñar estrategias de control y huida conforme la apariencia serena de Greta se resquebraja y no hallan apoyo alguno, personal o institucional, para detener las acciones cada vez más directas y agresivas que Greta comienza a tener para con ambas.
Ahora, regresando al problema del tiempo interno de la película, este tiene que ver con la duración y el timming con el que se presentan elementos de posible ayuda, sobre todo al final. Si con anterioridad se mencionó cómo el estado actual de las cosas hace difícil de tragar la historia, la forma en que se desarrolla hacia su tramo final hace que cualquier resistencia y vestigios de verosimilitud se astillen toda vez que, en busca de jugar con las expectativas de la audiencia, se insertan giros de trama que hacen desesperante y fatigosa la cinta en su totalidad, aunque no de una forma que obre para relucir los elementos de la tensión.
No obstante, si la película se sostiene es por al menos tres factores. El primero, y más evidente, es la actuación de Huppert, quien con su cuerpo ligero y diminuto da vida a una suerte de muñera rota erotomaníaca, poseedora de un amor tan insaciable como implacable desde el cual construye una relación materno-filial, con toques de seducción homoerótica, con Frances. Si bien al final de la cinta su personaje abraza su delirio de una forma caricaturesca, el resto de la cinta maneja un registro destacable en su actuación.
Otro factor, destacable por su labor discreta, para la construcción de la historia es el trabajo Seamus McGarvey en la fotografía. McGarvey trae su experiencia de trabajo (notable en Atonement del 2007 y Anna Karenina del 2012, ambas de Joe Wright) a este proyecto, generando juegos de luces cálidas para Frances y frías para Greta, las cuales poco a poco dejan de tener consistencia en virtud que el mundo ordenado de Frances se ve “contaminado” por la presencia acosadora de Greta. Tal ve su único punto débil sea el uso de un par de planos inclinados que arruinan la sorpresa por venir después de ellos dado que el uso de este tipo de plano sirve para desorientar al espectador, generando con antelación la idea de que algo no va bien.
Finalmente, está el trabajo musical a cargo de Javier Navarrete (colaborador de Guillermo del Toro para El espinazo del Diablo del 2001 y El laberinto del Fauno del 2006), el cual sobresale en los arreglos que hace para el tercer nocturno de la serie Liebesträume del compositor austrohúngaro Franz Liszt. La importancia de esta partitura, cuyo profundo romanticismo se debe tanto a las preferencias melódicas de Liszt como al que era la base para musicalizar poemas, es que su tema va de la incondicionalidad del amor maduro, por un lado, y por otro porque la versión original empieza in crescendo para terminar en una serie de notas aisladas. Esto último, el rompimiento de la melodía, es potenciado por Navarrete al construir una pieza que sirve como base para la relación principal del largometraje, a la vez que su reconstrucción rota da vistazos de como el deterioro mental de Greta se hace presente sin necesidad de sobreexponer al personaje.
Así, Greta termina por ser una cinta con buenos elementos, planteada casi de forma correcta, pero cuyos resquicios de desfase temporal hacen que no termine por cuajar y se pierda la inmersión en la historia pese a todas las buenas intenciones e ideas presentes en su hechura.
“La Viuda” llegará a las salas de cine de México el viernes 14 de Junio de 2019.