Reseña de la película: La virgen de Agosto

Título original: La virgen de agosto

Año: 2019

Duración: 125 min.

País: España

Dirección: Jonás Trueba

Guion: Itsaso Arana, Jonás Trueba

Fotografía: Santiago Racaj

Reparto: Itsaso Arana, Vito Sanz, Joe Manjón, Isabelle Stoffel, Luis Heras, Mikele Urroz, María Herrador, Naiara Carmona

Productora: Los Ilusos Films

Género: Drama

Sinopsis

Eva (Itsaso Arana) es una chica de treinta y tres años que hace de su decisión de quedarse en agosto en Madrid un acto de fe. Necesita sentir las cosas de otra manera y piensa en el verano como un tiempo de oportunidades. En esos días de fiesta y verbenas se van sucediendo encuentros y azares, y Eva descubrirá que todavía tiene tiempo, que todavía puede darse una oportunidad.

Opinión

El verano es una época para salir de la rutina. Esta función de escape permite, como anverso de la moneda, la oportunidad de la fuga hacia adentro, hacia los cuestionamientos que los hábitos diarios permiten disfrazar o disimular, y que una vez se abre paso a nuevos aires y rumbos en medio del plazo de tregua que otorgan las vacaciones, quedan expuestos y al margen de la dilatación que el calor les otorga junto con el ambiente.

Eva (Itsaso Arana), protagonista de La virgen de agosto (2020, dir. Jonás Trueba) decide hacer frente a sus propias incógnitas (su destino, su función, su condición humana femenina, la edad) en medio del calor y el semi vacío de una Madrid casi despoblada, a la que le añade una capa de extrañeza al mudarse temporalmente a otro barrio, a fin de no tener otros chances para huir de sí misma.

El cambio sirve también para que Trueba presente y posicione los elementos en torno a los que construirá su narrativa. Mediante un breve encuentro al inició de la cinta, entre Eva y su arrendatario, un escritor que acabada de realizar una necrológica sobre Stanley Cavell (filósofo que incursionó en el análisis cinematográfico de las comedias románticas de la época de oro de Hollywood bajo la óptica de Ralph Waldo Emerson, intelectual norteamericano cuyo pensamiento buscaba la trascendencia religiosa del individuo a partir de un panteísmo naturalista que incorporaba al individuo en la vivencia de la naturaleza para poder llegar a la verdad) Trueba establece y exhibe a grandes rasgos las coordinadas de su historia.

Sin entrar necesariamente en honduras filosóficas, retoma los señalamientos para establecer una película que puede ser vista como una road movie quietista, donde el camino son las calles y espacios no siempre transitados por Eva; y/o como una comedia romántica actualizada, donde el tono de comedia es retrospectivo, una vez que se analizan los accidentados intentos de Eva por establecer acercamientos con otros seres igual de perdidos que ella; perdidos no en un sentido negativo sino en uno realista y roto, ya que si algo tiene Trueba es la capacidad de tomar a sus personajes con sumo cuidado y a partir de ellos diseccionar las cualidades y condiciones del cotidiano actual.

Para ello no sólo se vale de sus personajes y la ausencia de trama (ya que la cinta puede apreciarse más como un catálogo de viñetas o extractos de un diario, toda vez que Eva halla los Diarios de Emerson entre los libros del departamento que habita, además d estar dividida en episodios marcados por el transcurso de los primeros días del mes de agosto), también opta por diálogos lentos que en apariencia no llevan a ninguna revelación pero que por lo mismo se ajustan al ánimo de Eva y a algo parecido a los intercambios verbales del día a día, así como el uso de planos lentos y prolongados, en los cuales no sólo se siente el del bochorno (ambiental y social) sino también a de seres en constante búsqueda de un lugar y  una razón en el mundo.

La virgen de agosto es parte de la 69ª Muestra Internacional de la Cineteca Nacional.

 

Alberto Marín