Reseña de la película: La noche de los reyes
Título original: La nuit des rois
Año: 2020
Duración: 90 min.
País: Costa de Marfil
Dirección: Philippe Lacôte
Guion: Philippe Lacôte
Música: Olivier Alary
Fotografía: Tobie Marier-Robitaille
Reparto: Issaka Sawadogo, Steve Tientcheu, Denis Lavant, Rasmane Ouedraogo, Bakary Koné, Abdoul Karim Konaté, Laetitia Ky
Productora: Co-production Costa de Marfil-Francia-Canadá-Senegal; Banshee Films, Peripheria Productions, Wassakara Productions (Distribuidora: Neon)
Género: Drama | Drama carcelario
Sinopsis
Un hombre es enviado a «La Maca», una prisión costamarfileña en medio del bosque, que tiene la particularidad de estar gobernada por sus propios presos. Siguiendo la tradición, con la primera luna roja es designado por el jefe como el nuevo «romano», lo que implica que ha de contar una historia para el resto de prisioneros. Tras descubrir lo que el destino le aguarda, empieza a narrar la vida del legendario rebelde «Zama King», sin otra opción que la de alargar su relato hasta el amanecer.
Opinión
El griot es una figura de la tradición africana, similar al juglar y al bardo en la cultura occidental. Su función resulta múltiple, pues abarcan desde actuaciones públicas hasta la preservación y actualización de las historias de sus comunidades, teniendo a su vez la habilidades musicales y retóricas para adaptar su historia al momento. No es coincidencia que su figura y estilo pueda relacionarse con los de los coros recitativos eclesiásticos o con ciertas variedades musicales y performativas de afrodescendientes europeos.
En La noche de los reyes (La nuit des rois, 2020; dir. Philippe Lacôte) la presencia del griot es central para la creación de un escenario fantástico mínimo, en el cual se da paso un repaso por la historia reciente de Costa de Marfil, nación en construcción tras su independencia en 1960, y que busca hacerse de un espacio abierto al panorama actual sin perder la esencia de sus raíces.
Los primeros minutos del metraje de Lacôte establecen los elementos básicos: una prisión enclavada en medio de un bosque tropical y gobernada por los propios presos, los cuales sólo obedecen a su rey o dangôro, quien una vez que no puede cumplir con sus obligaciones debe quitarse la vida para permitir que el ciclo se reinicie y perpetúe. El actual dangôro, Barbanegra (Steve Tientcheu) es consciente de que su turno ha llegado, aunque está dispuesto a posponerlo lo más que pueda.
Para ello recurre a la tradición del roman, un griot seleccionado dentro de la cárcel, quien tiene como deber contar historias durante la noche de la luna roja. El papel recae en un nuevo interno (Bakary Koné), cuya historia es mantenida oculta, tanto para permitir que se desarrolle a la par de lo exigido por la tradición como para hacer de él una hoja en blanco, para así dar espacio a la reacción ante el público y sus exigencias, tal como lo haría un griot en libertad.
Es notable como Lacôte entrelaza los elementos para darle personalidad a su cinta, la cual tiene paralelos notables con las cintas brasileñas Carandirú (2004; dir. Héctor Barbenco) y Cidade de Deus (2003; dir. Fernando Meirelles & Kátia Lund), con las que comparte críticas al sistemas y estructura de la narración de los “reyes” a los que el roman ha tenido que servir en su vida libre y carcelaria, los cuales son equiparables en sus ansias de poder, su virulencia y la búsqueda de extender su estadía en la cima de la jerarquía.
También comparte con los metrajes brasileros la crítica social a partir del microcosmos de relaciones que establecen los elementos más marginales de la sociedad que retratan. En el caso de La noche de los reyes también se revisa la importancia de los mitos, tanto como función de sostén para diversas narrativas (desde las más inofensivas y con intenciones de esparcimiento hasta las que consolidan los regímenes en que se circunscriben) como el papel que pueden jugar en los nuevos espacios de la modernidad.
La noche de los reyes es parte de la 69ª Muestra Internacional de la Cineteca Nacional.