Título Original: Martyrs Lane
País: Reino Unido
Año: 2021
Género: Horror
Productores: Christine Alderson
Director: Ruth Platt
Guionistas: Ruth Platt
Duración: 95 minutos
Cast: Kiera Thompson (Leah), Denise Gough (Sarah), Sienna Sayer (Rachel), Hannah Rae (Bex)
Sinopsis
Leah, de 10 años, vive en una gran vicaría, llena de almas perdidas y necesitados. Durante el día, la casa está llena de gente; por la noche está oscuro, vacío, un espacio para que las pesadillas de Leah se cuelen. Un pequeño visitante nocturno trae consuelo a Leah, pero pronto se dará cuenta de que su pequeño visitante ofrece conocimientos que podrían ser muy, muy peligrosos.
Opinión
Las cintas de terror con niños de protagonistas parecieran tener un patrón a seguir, pero de jugar bien sus cartas pueden traernos secuencias de verdadero horror si obedecemos la creencia de que en realidad los niños no se quedan penando en la Tierra, sino que son demonios que toman esa forma para atrapar a las personas con la guardia baja para alguno de sus atroces planes.
La huésped maldita tiene no una sino dos niñas como protagonistas, siendo una a través de quien conocemos la historia y nos involucramos en ella, teniendo las mismas lagunas de datos; mientras que la otra encarna a una extraña infante que le pide entrar – como si de un vampiro se tratara− por su ventana a calentarse y tratando de ser su amiga.
Y quiero decir que las actuaciones de ambas son sólidas, poseen carisma y seriedad que ayudan no sólo a darles credibilidad en sus papeles sino para cargar con el peso de una historia que, si bien tiene puntos a favor, ya que retoma varios aspectos del terror clásico y gótico como el involucrar elementos religiosos a la narrativa; una casa oscura y fría que parece esconder un secreto en cada recoveco y la presencia de imágenes religiosas; al final termina quedándose en el intento debido a lo plano de su guion y la sobresaturación de elementos.
La cinta juega todo el tiempo con la extraña relación entre Leah y la chica que entra por la ventana cada noche y con quien inesperadamente hace clic, pero lejos de un par de escenas que nos hacen notar que algo no está del todo bien con ella, estas conversaciones son casi irrelevantes, monótonas y hasta repetitivas, ya que si bien logran que la protagonista encuentre cosas que nadie echaba en falta, en cuestiones narrativas parecieran alargar el momento del clímax y dar pistas falsas que únicamente llevan a la confusión.
En cuanto al clímax y desenlace, este se siente apresurado y sin una conexión orgánica con todo lo que “podría” estar ocurriendo, ya que se manejan tantas posibles pistas, referencias y teorías, que al final el espectador no está tan seguro sobre lo que está viendo y tiene que hilar cabos sueltos que parecían irrelevantes y terminan siendo aclarados “de pasada” al final.
Sin embargo, creo que dejan una lección sobre el dolor y las heridas éste provoca en la gente, siendo La huésped maldita una película que habla más de la pérdida, lo que se calla y cómo esto nos trastorna más que una cinta de miedo, ya que poco logra en este aspecto, sin susto fácil y valiéndose sólo de las sombras de una casa vieja y lo que podría ser el espíritu de una niña que no puede descansar en paz.
No te la perdas en Cinépolis este 28 de julio.