Reseña de la película: Jojo Rabbit
Título original: Jojo Rabbit
Año: 2019
Duración: 108 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Taika Waititi
Guion: Taika Waititi
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Mihai Malaimare Jr.
Reparto: Roman Griffin Davis, Scarlett Johansson, Thomasin McKenzie, Taika Waititi, Sam Rockwell, Rebel Wilson, Alfie Allen, Stephen Merchant, Archie Yates, Luke Brandon Field,
Productora: Coproducción Estados Unidos-Alemania; Defender Films / Piki Films / Czech Anglo Productions / TSG Entertainment.
Género: Comedia. Drama
Sinopsis: Jojo «Rabbit» Betzler (Roman Griffin Davis) es un solitario niño alemán perteneciente a las Juventudes Hitlerianas que ve su mundo puesto patas arriba cuando descubre que su joven madre Rosie (Scarlett Johansson) esconde en su ático a una niña judía (Thomasin McKenzie). Con la única ayuda de su mejor amigo imaginario, un niño un poco idiota, Jojo deberá enfrentarse a su ciego nacionalismo.
Cuando pensamos en cintas que hablan de la Segunda Guerra Mundial damos por hecho que serán terriblemente crudas –aún quedando lejos de lo vivido por cientos de judíos encerrados en campos de concentración o aquellos territorios que participaron de forma activa en la guerra, ya sea como resistencia o por ocupación− o por lo menos dramática, dejando sin habla al público y si todo fue hecho como se debe, a la crítica.
Tenemos, también, ejemplos de sátiras que han abordado el tema, como El gran Dictador de Charlie Chaplin, quien en aquel entonces sólo hacía mofa a Hitler desconociendo lo ocurrido dentro de los campos de trabajo, donde miles de personas perdieron la vida. Y es justo en esta categoría donde entra Jojo Rabbit, filme de Taika Waititi basado en la novela Caging Skies de Christine Leunens y que si bien no se enfoca en el holocausto precisamente, sí que muestra una mirada a cómo era ser alemán y lidiar con la propaganda Nazi.
Johannes Betzler (Roman Griffin Davis) es un niño alemán de diez años; con un ciego fanatismo a la ideología Nazi: afiches afines por todo su cuarto; ganas tremendas de ir a pelear “por Alemania” y con un amigo imaginario, quien es precisamente Adolfo Hitler (Waititi). Lamentablemente, al igual que cientos de niños alrededor del mundo, Jojo (como le dicen de cariño) inicia con el pie izquierdo y termina sufriendo de bullying por los mayores, quienes tienen como tarea volverlo un duro soldado que marchará al frente. Siendo el chico amable, se ve incapaz de matar un conejo cuando se lo ordenan y por esto se le da el sobrenombre de Rabbit.
Mientras Hitler le anima poniendo como ejemplo sus propios fracasos de juventud, Jojo se distrae y sufre un percance, mismo que no lo mata pero si le hace abandonar –al menos de momento− su idea de ser soldado, ya que por recomendación médica se le aparta de su escuadrón. Por si fuera poco, descubre que una niña judía ha estado viviendo en las paredes de su casa por quién sabe cuánto tiempo y ella no parece tenerle ni una pizca de miedo, todo lo contrario, no para de amenazarlo, retarlo y dejarlo mal a los ojos del Führer.
Jojo será nuestros ojos a través de todo el filme, él y su visión infantil, fantástica y hasta cierto punto espejo de lo que la ideología Nazi hizo en las mentes jóvenes. Usando la farsa como eje de la historia se logra “amenizar” y caricaturizar el día a día de los alemanes aleccionados por un sistema que se basaba en la ignorancia y el desprestigio para poner a los ciudadanos alemanes contra ellos mismos, sólo por ser judíos.
Adjetivos que nos parecen ridículos y un elemento de mofa en el filme, eran en realidad usados para describir al pueblo hebreo y el usar a un niño aún capaz de ver al mundo a través de su imaginación; dividiendo todo en blanco y negro; tomando como cierto lo dicho por sus mayores sin objetar nada y poniéndose inmediatamente en el lado “bueno” es un completo acierto para que el guion funcione, ya que la historia como tal no tiene nada de novedoso, pero la sátira usada para contarla terminan por destacarla de otras cintas del género.
Si bien todos los personajes caen en lo burlesco, jugando entre lo real y el absurdo, Jojo, su madre (Scarlett Johansson) y Elsa Korr (Thomasin McKenzie) son los únicos con personalidades realistas y quienes dan el contrapeso necesario al largometraje para tomarse en serio y ayudar a la evolución de Rabbit, además de poner sobre la mesa la diferencia entre ser alemán y ser Nazi; entender y seguir los preceptos del Nacionalsocialismo; pelear por Alemania y pelear por Hitler.
Jojo Rabbit es un largometraje que gracias a un excelente elenco, siempre a tono; una historia conmovedora narrada de una forma inusual y arriesgada; así como la carga exacta de drama, logra romper los estereotipos del género y ensamblar con éxito diversos elementos para llevar al público una cinta llena de humor negro pero con un hermoso y conmovedor mensaje.
“Jojo Rabbit” llegará a las salas de cine de México el viernes 24 de enero.