Reseña de la película: Hotel Mumbai: El Atentado

Título en español: Hotel Mumbai: El Atentado
Título original: 
Hotel Mumbai
Dirección: 
Anthony Maras
Guion: 
John Collee, Anthony Maras
Fotografía: 
Nick Matthews
Música: 
Volker Bertelmann
Elenco: 
Armie Hammer, Dev Patel, Jason Isaacs, Nazanin Boniadi, Angus McLaren, Anupam Kher, Natasha Liu Bordizzo, Tilda Cobham-Hervey, Suhail Nayyar, Rodney Afif, Zenia Starr, Nagesh Bhonsle, Sachin Joab, Alex Pinder, Adithi Kalkunte, Gaurav Paswala, Ansuya Nathan, Yulian Shchukin, Abhiroy Singh, Devyani Cm
Género: Drama | Suspenso
Distribuidora: 
Imagem Filmes
País: 
Australia
Duración:
125 min.
Fecha de estreno: 
21 de Junio de 2019

India, tierra imaginada como una zona de gran riqueza cultural y espiritual alejada de las normas sociales occidentales, posee, dentro de su vastedad intelectual y etnográfica, una serie de elementos que la hacen más afín a la realidad de este lado del mundo de lo esperado. No en balde fue, al igual que México, objeto del deseo y del régimen colonial de un gran imperio, en su caso el portugués en un principio y posteriormente el británico.

Este dominio no sólo le impuso nuevas formas de expresión cultural, sino también uno de sus mayores problemas geopolíticos: la distribución de tierras y personas una vez lograda la independencia, la cual vino a trastocar la tensa relación existente entre las mayorías de religión hinduista e islámica que cohabitaban dentro de sus fronteras. Aunque se trató de paliar dicha problemática con la creación de los estados de Pakistán y Bangladesh, el conflicto étnico-religioso sigue vigente hasta fechas actuales, tanto dentro del territorio indio como en las relaciones álgidas que se sostienen con el vecino Pakistán.

Hotel Mumbai (Anthony Maras, 2018) presenta la historia de uno de los tantos incidentes terroristas que ha sufrido Mumbai como consecuencia de las dinámicas políticas y sociales antes resumidas. Si bien no se trató del primer ataque a la ciudad —su aire cosmopolita, su población (más de 14 millones de personas) y su riqueza la hacen un objetivo obvio— ni el de mayor número de víctimas, la presencia de extranjeros dentro de los muertos, así como la visibilidad y cobertura recibida por medio de la televisión y las redes sociales propició que hubiera mayores interés y repercusión con respecto a los detalles del incidente.

Tomando como base la perspectiva de los sobrevivientes del atentado, registrada por la documentalista australiana Victoria Midwinter-Pitt en Surviving Mumbai (2009), el también australiano Maras establece una ficción que busca presentar la respuesta que hombres y mujeres, de diversos orígenes y condiciones, tuvieron al momento de buscar como sobrevivir a una acción perpetrada por pocos pero bien organizados y armados individuos.

Y es justo la respuesta, así como la presentación que hace de los atacantes, lo que permite que la cinta, que al cumplir con todos los criterios de los géneros del thriller político y de ataques terroristas podría parecer una más de tantas, destaque y cobre una identidad personal, que no por pequeña deja de tener potencia.

Con respecto a los rehenes, Maras aprovecha el conocimiento de los clichés que se pueden tener para presentar personajes con toda la pinta de ser el típico hombre con un pasado guerrero, pero que resultan poseer la misma vulnerabilidad que cualquier otro de sus vecinos de mesa o habitación. De igual manera, define personajes secundarios oriundos de la India, los cuales dan muestra de la posible coexistencia pacífica de etnias y religiones, y que a su vez pueden colaborar estrechamente cuando la situación se los demanda.

Este delineamiento humano de los protagonistas no les es exclusivo, ya que el guion elaborado por Maras y John Collee (Happy Feet, 2006, y The legend of Tarzan, 2016) otorga un tratamiento similar a los terroristas. Basta observar el recelo que tienen para aceptar acciones que contravienen su credo, aún después de haber matado a sangre fría a civiles indefensos, o la complejidad de la escena en la que se revela la afinidad musulmana entre un rehén y sus captores para dar cuenta de ello. Esto no hace que ambos grupos, atacantes y víctimas, queden a un mismo nivel moral, sino que los muestra como humanos atrapados en complicadas relaciones de poder que los exceden y los abruman.

Este cambio en las dinámicas esperadas, donde se atenta contra la idea muy estadounidense del héroe de último momento, el final polaroid y la presentación maniquea de las partes en conflicto, se ve arropada por escenas con un contenido brutal (sea este recreado o tomado de material de archivo) que evita estilizar la violencia y la muestra en su crudeza pura y dura. A su vez, las escenas de suspenso son construidas con buen pulso y tensión, y se acompañan para magnificar su efecto de la fotografía de Nick Remy Matthews, una “joven promesa” de la cámara, y la música incidental de Volker Bertelmann (Lion, 2016, y Adrift, 2018).

Aunque tiene detalles que pueden dar pie a una interpretación sesgada a favor de la agenda política hindú (usando el vocablo tanto en su acepción religiosa como en la étnica), y su segunda hora resulta por momentos floja y pesada —toda vez que la mayoría de la acción tiene lugar en la primera y en la otra se desarrolla el drama con momentos de suspenso—, Hotel Mumbai resulta ser un thriller inquietante toda vez que no sólo presenta un evento a todas luces brutal y condenable sino porque también plantea, aunque sea fugazmente, los forma en que los medios de comunicación, tradicionales y modernos, otorgan información de una forma que supera las de por sí limitadas fuerzas de reacción de un gobierno poco preparado para ese tipo de eventualidades, con lo cual el afán comunicativo puede resultar contraproducente para la protección y preservación de vidas inocentes.

“Hotel Mumbai: El Atentado” llegará a las salas de cine de México el viernes 21 de Junio de 2019.

Alberto Marín