Reseña de la película: Estación Zombie 2: La Península
Título original: Train to Busan 2
Año: 2020
Dirección: Yeon Sang-ho
Guion: Yeon Sang-ho, Ryu Yong-jae
Productor: Kim Yeon-Ho
Fotografía: Jung Ki-Won, Lee Hyung-Duk
Música: Young-gyu Jang
Reparto: Gang Dong-won, Lee Jung-hyun, Lee Re, Kwon Hae-hyo, Kim Min-jae, Gyo-Hwan Koo, Kim Do-yoon, Lee Ye-won
Fecha de estreno: 5 de noviembre
Duración: 116 min.
Distribuidor: Corazón Films México
Género: Acción / Drama / Zombie
Idioma: Coreano
País: Corea del Sur
Sinopsis:
Después de que la infección que se extendió hace 4 años, solo algunas partes de Corea del Sur permanecen resguardadas, aunque la Península de Busan es la única parte en donde pueden buscar refugio los coreanos, muchos aún mantienen la esperanza de ser rescatados por ayuda internacional.
Opinión:
Innovar en las películas de zombies es algo casi imposible, pareciera que ya está todo contado y cuando alguien se arriesga o se adentra al cien por ciento le llueven críticas y comparaciones negativas por todos lados. Hace cuatro años, el director surcoreano Yeon Sang-ho sorprendió a todo el mundo, con su potente y asfixiante cinta: Estación Zombie, una descarga de adrenalina de poco menos de dos horas que vino a aportar algo nuevo al universo de los muertos vivientes, en una historia contada enteramente entre los vagones de un tren.
Dicha cinta se ha convertido en toda una obra de culto y en un impulso más para el buen cine que llega desde Corea. Y como suele pasar con estos grandes éxitos, a Sang-ho le ganó la ambición más que sus ganas de realmente querer contar algo nuevo y ahora nos presenta Estación Zombie 2: Península, que está a años luz de su predecesora y es todo un collage de referencias de otras películas, de todo tipo, menos de zombies. Un duro golpe a los fans del tren a Busan, pero que también está ahí para entretener y seguir expandiendo un universo que se aleja ahora de las estaciones de tren, para llevarnos al mar y a una ciudad apocalíptica al puro estilo de Exterminio y Soy leyenda.
La historia nos lleva cuatro años delante de la primera película, cabe mencionar que no vuelve ningún personaje de la pasada. Ahora nos centramos en diversos personajes que tienen su nivel de protagonismo. Por un lado está el militar que busca la redención después de sus errores del pasado, su cuñado que vive atormentado por haber visto a su esposa e hijo convertirse en zombies, los militares rebeldes que nunca fueron rescatados y se han quedado a vivir como salvajes en las ruinas citadinas y la familia integrada por un abuelo que ha perdido la cordura, una mujer que ve por sus hijas, y sabe como pelear, y las hijas quienes aportan comedia, comedia, más comedia, hasta ahí. Los zombies siguen estando allí, como un virus que se sigue expandiendo y cruzando fronteras, en el que los sobrevivientes luchan por salir a otros lados en barco, pero que les cuesta ser aceptados como refugiados.
Si estás esperando que vuelvan esas escenas de acción, llenas de suspenso, con los zombies peleando contra humanos, lamento decirte que esto no va a pasar, los zombies son el pretexto para contar la película, pero ya no son el principal peligro. La extraña apuesta esta vez, es por ser una cinta dramática, con momentos sumamente melodramáticos, exagerados al grado de parecer un capítulo de alguna telenovela; también está la comedia, los chistes simples, las ganas de querer forzar ciertos momentos, pero el horror, el suspenso, eso queda para otro día, aquí todo es querer vender chantaje emocional a diestra y siniestra.
El inicio es prometedor, te hacen recordar el éxito de la primera, con una secuencia que involucra zombies, espacios cerrados, te emocionas, dices por ahí va, pero no. De pronto todo se sale de control y se vuelve muy exagerado. Por ahí quieren meter tintes políticos, pero no dicen mucho, por no decir nada, el discurso se estanca. Las motivaciones de los personajes pareciera que no están y es mejor entregar secuencias a toda velocidad por calles destruidas, que se acercan más a películas como Mad Max y Rápido y Furioso, que a una de zombies, que es justo lo que te están vendiendo como idea.
Pareciera que el máximo esmero de los creadores, era pisotear lo que hicieron en la pasada, borrar esas memorables escenas con muertos vivientes, que ahora están nada más como adornos, para ser atropellados y ni siquiera dar una real sensación de peligro. En este mundo apocalíptico y devastado en el que nos sumergen, reina la incoherencia, la verdad llega un punto en el que a la película no te la puedes tomar en serio, al menos como secuela de algo tan bueno como Estación Zombie, y es mejor apagar las expectativas, la mente y dejarse llevar por las secuencias de acción, que al final, entretienen, pero no cumplen y quedan lejos de lo que ya habíamos visto.
Sobre el uso de CGI en las secuencias de acción con persecuciones en autos a toda velocidad, es bueno, se siente bien logrado, aunque llega un punto en el que parece que estás viendo un videojuego, lo que da una sensación muy extraña. Para rematar, cabe decir que cuenta con uno de los finales más absurdos y exagerados que he visto en años. Si te preguntas: ¿y dónde está lo bueno? Pues está en que tal vez llegue una tercera parte y se siga expandiendo el universo y en una de esas nos vuelvan a dar algo tan emocionante como Estación Zombie, por lo pronto nos dieron una película dominguera, digna de haber contado con Vin Diesel en el elenco.
No queda más que decir: tan lejos de la estación, tan cerca del naufragio.
“Estación Zombie 2: Península” se estrena el 5 de noviembre en México en cines autorizados. Checa cartelera local para mayor información.