Reseña de la película: El último Duelo
Título original: The Last Duel
Año:2021
Duración:152 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Ridley Scott
Guion: Ben Affleck, Matt Damon, Nicole Holofcener
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: Dariusz Wolski
Reparto: Matt Damon, Adam Driver, Ben Affleck, Jodie Comer, Harriet Walter, Nathaniel Parker, Marton Csokas, Sam Hazeldine, Michael McElhatton, Zeljko Ivanek, Alex Lawther, Clive Russell, William Houston,
Productora: 20th Century Studios, Scott Free Productions, Pearl Street Films, TSG Entertainment
Distribuidora: Walt Disney Pictures
Género: Aventuras. Drama | Siglo XIV. Histórico. Venganza.
La edad media ha sido una época bastante explorada dentro del séptimo arte contando con grandes clásicos como Excalibur, Corazón Valiente, En el Nombre de La Rosa entre muchas otras. Normalmente encontraremos batallas llenas de alta dosis de sangre y violencia fomentando un agasajo para amantes y no amantes de este tipo de películas.
Pero cuando uno pensaría que hemos visto todo con respecto a este género, llega el único cineasta capaz de entregar la realidad arcaica de aquellos días: Ridley Scott. Basada en hechos reales, llega El Último Duelo para dejarnos ser testigos de un drama lleno de conflicto y no precisamente bélico; cortesía de 20th Century Studios tenemos de las mejores producciones del año gracias a la combinación ganadora de historia, dirección y actuaciones de primer nivel.
UN EVENTO CINEMATOGRAFICO DIGNO DE LA REALEZA.
Basada en el libro The Last Duel: A True Story of Trial de Combat in Medieval France de Eric Jager, los sucesos transcurren en la Francia del siglo XIV, enfocándonos en un terrible acontecimiento: la noble Marguerite de Carrouges (Jodie Comer) declara haber sido violada por el caballero Jacques Le Gris (Adam Driver), el mejor amigo de su marido, Sir Jean de Carrouges (Matt Damon).
Ante tal ofensa, Jean lleva esto hasta las últimas consecuencias al acusar a quien anteriormente consideraba no solo un camarada, sino un amigo cercano ante el rey Carlos VI. Su joven majestad decide y autoriza resolver la pecaminosa situación en un duelo a muerte entre ambos, aunque de ser perdedor Jean, su esposa compartiría su cruel destino.
Para poder entender a profundidad esta colisión tan delicada, la trama es expuesta en 3 actos, expuestos bajo perspectiva de cada uno de los protagonistas que conforme exponen su versión de los hechos, nos percataremos del misterio envuelto detrás de tan dolorosa tragedia.
Esta crónica realmente toma su tiempo para exponer cada detalle, dejando muy claro la importancia argumental para lograr esta conexión real con el espectador. Por ende, es esencial cierto nivel de paciencia para poder apreciar y disfrutar este largometraje al tomar en cuenta la duración total de este. Es fascinante como el dialogo es el eje central y no los combates, logrando generar tensión en momentos precios para lograr retumbar nuestro cuerpo de adrenalina.
El lograr esta experiencia conllevo a la búsqueda de escuderos fieles y capaces de brindarle el apoyo necesario a Ridley, siendo los elegidos Ben Affleck, Matt Damon y Nicole Holofcener. Este trio fue capaz de construir un guion solido a pesar de la delicadeza de los eventos en conjunto de su mensaje principal: La misoginia y abuso hacia la mujer, pero esto no hubiera sido posible sin la contribución de Holofcener al guiar a sus dos compañeros a estructurar de manera adecuada este relato histórico a pesar de la cantidad de hombres involucrados en este proyecto.
UNA JUSTA QUE HA DURADO LAMENTABLEMENTE SIGLOS.
Un constante esta presente en esta cinta: la incomoda verdad del abuso por parte del hombre a su sexo opuesto. Un tema cuyo tratamiento recae enteramente en la actualidad a raíz del surgimiento del denominado movimiento “Me Too” pero encasillarlo por ello, sería extremadamente equivocado, sobre todo cuando la película refleja penosamente no estar muy distantes de ese tiempo en donde el libertinaje desmedido, anteponer el honor de un “caballero” y renegar a su pareja a un papel simplista como esposa y ama de casa eran normalizados.
A pesar de contar con Damon y Driver como protagónicos, en quien recae todo el peso es en Jodie Comer, siendo su propio acto vertiente de momentos estremecedores y desgarradores gracias a su impecable actuación, denotando su compromiso en todo sentido. Tanto la audiencia como la crítica estarán dividas bajo el argumento de utilizar esta cuestión sociopolítica actual mientras otros reconocerán la excelente forma en como esta cinta servirá como apoyo por la igualdad de las mujeres ya sea en el ámbito cinematográfico o general.
La exposición del machismo a través de los ojos de los personajes masculinos decreta el severo problema arraigado en nuestra sociedad al enfatizar el transcendental respeto al NO ES NO en conjunto a la evidente mediocridad del sistema de justicia o la estigmatización ridícula de los médicos sobre el hecho de que el orgasmo femenino era indicador para obtener “fertilidad”.
RIDLEY RETORNA A SU MERECIDO TRONO.
Con respecto al nivel de producción no puede haber queja alguna, el encargado de joyas como Alíen: El Octavo Pasajero o la épica Gladiador hace uso de su vasta experiencia para compartir un producto inmensamente superior a sus últimos trabajos. Empezando por las locaciones, pasando por la fotografía hasta llegar con los enfrentamientos, hay un tratamiento característico de este director, dejando satisfechos a sus seguidores y público en general.
Esta apuesta arriesgada pero que solamente alguien con el expertis de Ridley podría manejar de forma tan impecable retomando sus raíces al explorar las verdades profundas de la naturaleza humana, aquellas que resuenan en el presente pero que afortunadamente están transformándose. Un reconocimiento especial al nivel de producción, contando con locaciones plagadas de la Francia de los 1300 acompañado de un diseño de vestuario perfecto para complementar este turbulento viaje al pasado.
The Last Duel es un claro recordatorio de como desde aquel entonces una sola mujer logro sacudir toda una nación entera al alzar la voz teniendo completa consciencia de su posición en un mundo carente de igualdad, obligándonos a reconocer la urgencia de esta misma junto a la búsqueda del anhelado respeto y tolerancia entre hombres y mujeres.