Reseña de la película: El perro samurai

Título original: Paws of Fury: The Legend of Hank

Año: 2022

Duración: 97 min.

País: Reino Unido

Dirección: Mark Koetsier, Rob Minkoff, Paul Stodolny, Chris Bailey, Rob Silvestri

Guion: Nate Hopper, Ed Stone, Mel Brooks, Norman Steinberg, Andrew Bergman, Richard Pryor, Alan Uger

Música: Bear McCreary

Fotografía: Animación, Armen Melkonian

Reparto: Animación

Productora: Coproducción Reino Unido-China-Estados Unidos; Align, Aniventure, Blazing Productions, Flying Tigers Entertainment, GFM Animation, Huayi Brothers. Distribuidora: Paramount Pictures

Género: Animación. Infantil. Comedia. Acción

Sinopsis

Hank, un perro encantador con la cabeza llena de sueños sobre convertirse en samurái, parte en busca de su destino en esta comedia animada inspirada en el clásico de Mel Brooks ‘Blazing Saddles’.

Opinión

El Rey León es una de las mejores películas animadas de la historia, de las más profundas, las más queridas, las más emotivas, las más todo, y pocos podrán argumentar lo contrario. ¿Y esto qué tiene que ver con El perro samurái? Pues que Rob Minkoff codirigió El Rey León y es también el director de esta cinta animada que llega a los cines a México. Pero eso es una simple anécdota, para decir cómo alguien que logró una película tan buena y profunda, hizo esta película que está a años luz de lo que hizo con aquel gran clásico.

El Perro Samurái cuenta la historia de Hank, un perro que llega al reino de los gatos queriendo ser samurái y protector del pueblo Kakamucho (ahora nos metemos a estos chistes), el plan del malvado Ika Chu, que quiere hacer su palacio más grande y borrar a los habitantes del pueblo, lo impulsará a poner al perro como su protector, porque es un novato y sobre todo porque no es bienvenido, pues resulta que los perros tienen prohibidísimo entrar a la tierra de los gatos, porque pues perros y gatos no pueden coexistir respirando el mismo aire. Y a diferencia de lo que las películas animadas actuales hacen, que les gusta usar su voz para meterse en temas sociales, aquí lo del racismo, o discriminación es una mera anécdota que está ahí de fondo.

Algo muy negativo de la película es que se siente poco novedosa en temas de animación o los mismos personajes, incluso se siente como si estuvieras viendo una película que fue lanzada hace muchos años, y por si eso fuera poco, la verdad es que los personajes tampoco son tan bonitos o atractivos visualmente, no son profundos y se siente como que no tienen mucho que aportar en una época en la que las películas animadas cada vez son más entrañables o conectan de lleno con chicos y grandes, aquí nada de eso pasa, y tal vez a excepción del personaje Sumo, los demás pasan sin pena ni gloria, en especial el protagonista Hank, que simplemente jamás termina de encajar o ser querido en la película.

La realidad es que el guion no tiene ni pies, ni cabeza, por momentos se siente demasiado absurda o que solo se va alargando para cumplir la cuota de los al menos 85 minutos de duración. Se ve que no se esmeraron mucho en crear un guion original o novedoso, y es todavía más insufrible el hecho de que aquí el humor sea tan, pero tan simple, que se basa en chistes de pedos, que ya en pleno 2022 no aportan nada y ya dejó de ser una fórmula chistosa, se siente innecesario y sobre todo, muy viejo, como un viaje al pasado al humor simplón.

Más allá de que la película, pues no es tan buena, lo que sí tiene a su favor y que le da un plus, es el doblaje mexicano, porque a su modo agregan cierto humor y algunos chistes propios del lenguaje que hablamos en México que la hacen un poquito fresca, más llevadora y sobre todo chistosa, eso es un punto bueno para el doblaje que incluye a Juanpa Zurita y Faisy, pero tampoco es tan bueno como para salvar a la película.

 

Óscar Ignacio Beltrán González