Título original: Behind You
Año: 2020
Duración: 83 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Andrew Mecham, Matthew Whedon
Guion: Andrew Mecham, Matthew Whedon
Música: Christian Davis
Fotografía: Benjamin Allred
Reparto: Addy Miller, Elizabeth Birkner, Jan Broberg, Philip Brodie, Aimee-Lynn Chadwick
Productora: Parallellogram, Tremendum Pictures. Distribuidora: Vertical Entertainment
Género: Terror | Casas encantadas
Sinopsis
Dos jóvenes hermanas, enviadas a vivir con su tía, descubren que todos los espejos de su casa están ocultos o cubiertos de una tela. Cuando una de las hermanas se encuentra con un espejo en el sótano, sin saberlo, libera a un demonio malicioso que había perseguido a su madre y a su tía años atrás.
Opinión
Varias leyendas urbanas, de esas que se transmiten de boca en boca iniciando con frases del tipo “Esto le pasó a un conocido…”, tienen como elemento en común espejos que fungen de portal por el cual “algo” atravesó a nuestro lado, o bien, a modo de reflejo para mostrar que alguna entidad no estaba en nuestro plano. Por tal motivo, no es de sorprenderse que en el ámbito cinematográfico sea común utilizarlos dentro de la historia a manera de puente entre mundos.
Las casas viejas con sótanos y muchas puertas son otro de los elementos recurrentes del cine de terror y que, incluso, han creado su propio subgénero de hogares encantados donde el mal habita y acecha hasta que algún alma noble, casi siempre un niño, llega para ser poseído o molestado por la entidad en turno que mantiene la propiedad como su zona de acción, haciendo que el estudio no gaste de más en locaciones y mejor lo invierta en la construcción de la escenografía, lo cual podría ser un acierto si es que se usa de forma adecuada.
Los títulos que ejemplifican lo anterior son bastos, pero en esta ocasión nos atañe El demonio en el espejo, cinta estrenada en Cinépolis este 14 de abril y que aplica lo dicho en el párrafo anterior para armar un guion que, si bien tiene un par de escenas rescatables, se nutre de tantos clichés y lugares comunes que se vuelve una cinta genérica sin algo especial que la distinga del montón.
Desde la escena de inicio donde nos muestran un poco de “el mal” que habita en la casa y el cómo se manifestó, hasta la presencia de dos niñas que son dejadas al cuidado de su tía –obligando al espectador a procesar mentalmente y en tiempo record el árbol genealógico de la familia− y que más pronto que tarde comienzan a ser asediadas por algo que se manifiesta a través de los espejos; todo parece ser calca de alguna otra producción con una idea más concisa y mejor llevada a cabo.
Aunque el guion se esfuerza en centrarnos en lo que habita en la casa, lo cierto es que sus manifestaciones parecieran sacadas de la manga, como si todo allí se hubiera conservado y estuviera listo para activarse con la llegada de las hermanas, haciéndolo de una manera rápida y sintiéndose no sólo descuidada sino hasta predecible, con elementos de ocultismo que parecieran estar allí únicamente para crear ambiente.
El demonio en el espejo se vale y abusa del susto fácil, las screen Queens y hasta de los propios espejos para dar forma a una historia que tiene demasiados vacíos y omisiones en su intento de reciclar ideas mejor llevadas a cabo de otras producciones. Al final, aunque provoca uno que otro sobresalto, no logra destacar del resto y deja la sensación de ya haber visto esa película con otros actores y diferente título.