Reseña de la película: El club de los idealistas
Título original: El club de los idealistas
Año: 2020
Duración: 101 min.
País: México
Dirección: Marcelo Tobar
Guion: Marcelo Tobar
Música: Adán Herrera
Fotografía: Ramon Orozco
Reparto: Juan Pablo Medina, Claudia Ramírez, Andrés Palacios, Nailea Norvind, Tiaré Scanda, Yolanda Ventura,
Productora: Avanti Pictures
Género: Comedia. Drama | Amistad
La juventud está llena de sueños. Todos queremos comernos al mundo a grandes bocados en la adolescencia, donde las preguntas de qué seremos cuando seamos grandes nos remiten a esa canción de Miguel Mateos donde el ideal es ser una estrella, lograr lo que te propones y seguir adelante de la manera más exitosa posible.
El ideal es una creencia, un concepto ligado a lo excelente, lo triunfal pero que también nos remite a un sueño, a algo que solamente existe en el pensamiento. Un idealista, por ende, es un soñador, alguien que cree en las ideas y la concepción de ellas como la verdadera realidad, un ser que trata siempre de ver lo mejor de las cosas mediante el pensamiento idílico de que hay algo mejor.
Marcelo Tobar, director mexicano que triunfó en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) hace un par de años con su cinta Oso Polar (2017), nos entrega una película llena de, justamente, un grupo de viejos amigos que se reencuentran después de cierto tiempo para recordar los lazos que los unen pero sobre todo el ideal común y general que los motivó, aún al saber que han fallado en lograrlo.
El Club de los Idealistas (2020) es una reflexión nostálgica que remite al anterior trabajo de Tobar, pero le da un giro hacia la tragicomedia que resulta efectivo en sus personajes, los amigos que llegan a los cuarenta años o más y confrontan lo que querían ser con lo que han logrado, provocando ese choque entre realismo e idealismo que a todos nos pasa.
Así, seguimos el paso de Aranas (Juan Pablo Medina), Abigail (Nailea Norvind) y su esposo Omar (Tomás Rojas), de las amigas dispares Elena (Yolanda Ventura), Susana (Tiaré Scanda) y Tristana (Claudia Ramírez) así como el galán del grupo, Orlando (Andrés Palacios) quienes al pasar un fin de semana juntos acompañados de música, copas y una que otra desventura, se darán cuenta de cómo la madurez les ha llegado de una forma que no esperaban.
Tobar tiene un toque especial en el guión al darle a este pequeño ensamble el peso debido para desarrollarlos, algunos más a fondo que otros, pero que les otorga ese contraste debido entre lo que querían ser y son al llegar a esta edad, recordando ese pequeño dicho de cómo «no es lo mismo los tres mosqueteros que veinte años después».
La música es una parte fundamental para contagiar esta emotividad y nostalgia que la cinta necesita. Con tracks clásicos de bandas como Tijuana No, Santa Sabina, el compositor Rockdrigo, entre otros, provocan que los personajes justamente choquen ese ideal pasado con el presente que de alguna forma los agobia debido a la cuestión de no saber si están realmente felices con lo que han hecho de sus vidas en este tiempo.
Las interpretaciones son bastante buenas, destacando el rol de Claudia Ramírez como Tristana o el mismo Juan Pablo Medina con su Aranas, donde se nota más esa dolorosa coyuntura conflictiva entre lo que querían ser y lo que ahora son, demostrando que la idea del éxito en la madurez siempre se trastoca para bien o para mal pero que mas allá de eso un ideal puede perdurar y convertirse en una realidad un tanto modificada.
Si bien la cinta no propone nada nuevo, resulta refrescante ver una comedia que se salga de las fórmulas típicas en el cine mexicano, siendo éste uno de los puntos más interesantes y fuertes de la propuesta de Tobar, cineasta que, después de tocar los estragos del bullying y sus consecuencias en el mundo adulto, ahora nos otorga una cinta llena de buena vibra, optimismo y nostalgia para recordarnos que aunque ser un idealista es difícil a los 40, eso no impide que uno logre cumplir un sueño.
Así, El Club de los Idealistas se convierte en un ejercicio que a pesar de caer en ciertos clichés o arquetipos de este tipo de cintas, logra el cometido de cuestionarnos acerca de la felicidad, la madurez y la cuestión de si el idealista perdura o muere en el intento de llegar a ser grande.
“El club de los idealistas” se estrena el 24 de septiembre en México en cines autorizados. Checa cartelera local para mayor información.