Reseña de la película: El camino de Xico
Título original: El camino de Xico
Año: 2020
Duración: 85 min.
País: México
Dirección: Eric Cabello
Guion: Enrique Rentería (Idea: Cristina Pineda Antúnez)
Música: Magda Rosa Galbán, Juan Antonio Leyva
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Productora: Anima Estudios, Comercializadora y Promotora Xolo
Género: Animación. Fantástico
El día de muertos es una de las celebraciones más importantes en la cultura mexicana, siendo tan emblemática como colorida para extranjeros y quienes nacimos aquí. En años anteriores Anima Estudios se encargaba de sacar alguna cinta que −contrastando con los títulos de horror y terror, propias del Halloween estadounidense− tuviera como protagonista una leyenda propia o popular de algún estado de la República.
Ahora que Leo San Juan volvió a casa y la saga de las cintas de La leyenda han terminado le llega el turno a El camino de Xico, cinta que estrenará el próximo 12 de noviembre y tendrá como eje central de la trama diversas leyendas prehispánicas que se irán ligando con un tema muy actual, como es la sobreexplotación minera.
La narrativa nos sitúa en un pueblo cualquiera, lleno de colores y a los pies de una montaña, la cual los más ancianos toman como su protectora. Sin embargo, el Presidente municipal decide cederle los derechos de expropiación a una corporativa extranjera que pretende dinamitarla para extraer metales preciosos, sin importarles todos los riesgos naturales y de salud que esto ocasionará.
Un par de ancianos se reúnen en secreto para decidir quién y cómo encontrarán al “mensajero” para salvar una vez más a la montaña, sin percatarse que la nieta de una de ellas, la pequeña y curiosa Copi, junto con Xico su perro Xoloitzcuintle y su amigo Gus, escuchan la historia a escondidas y deciden adentrarse en la montaña en busca de su madre, quien al parecer quedó atrapada allí la última vez que alguien intentó dañar a la madre naturaleza.
El guion es una idea original de Cristina Pineda, pero pueden encontrarse algunos detalles que remiten a una de las obras de José Agustín: La panza del Tepozteco, sobre todo cuando se muestra las diversas energías y criaturas que habitan, justo en el centro de la montaña.
Este guiño no hace más que atraer no sólo a un público infantil sino a otras generaciones que gustan de ver en pantalla una obra mexicana que hablen de nuestras propias tradiciones, vistas desde nuestra percepción como algo mítico y legendario sin que deje de ser atemporal o inclusive, real.
Si bien la historia en sí es sencilla –unos chicos parten a una aventura peligrosa para dar una moraleja al final− lo que la vuelve diferente son todos los elementos prehispánicos que se entrelazan con ella. Quizás el más obvio es el del perro Xoloitzcuintle que aparece desde el cartel promocional y que, según las antiguas creencias, ayudaban a los humanos a llegar al Mictlán –Tierra de los muertos−.
Pero no es el único ser legendario presentado en pantalla, el propio conejo de la luna hace una pequeña aparición con una personalidad más cercana al conejo blanco de Alicia en el país de las maravillas. El tlacuache, como ser que robó el fuego para dárselo a los hombres, figura como un personaje carismático y rockero –con la voz de Alex Lora− que sin duda sacará más de una risa en niños y adultos.
El doblaje es otro detalle que hacen a la cinta brillar, con nombres como Lila Downs, Pablo Gama “Mago Gamini”, Enrique Guzmán, El Hijo Del Santo, Alex Lora, Juan Pablo Manzanero, Marco Antonio Solís y Víctor Trujillo dentro del elenco.
En cuanto a la animación, los trazos son similares a los de la serie animada El chavo del ocho y El chapulín colorado, lo cual, sin ser malo, termina siendo algo chocante en un principio, pero que termina olvidándose al presentar a los seres legendarios o los cambios de color del propio Xico.
El camino de Xico es un intento más que acertado para seguir presente en la cartelera con una historia bien pensada que apuesta por la inteligencia de los niños y no dándoles todo ya digerido, aunado de mantener las leyendas prehispánicas presentes en las futuras generaciones.