Reseña de la película: El aro: capítulo final

Título original: Sadako

Año: 2019

Duración: 99 min.

País: Japón

Dirección: Hideo Nakata

Guion: Noriaki Sugihara (Novela: Kôji Suzuki)

Reparto: Elaiza Ikeda, Himeka Himejima, Ren Kiriyama, Hiroya Shimizu, Rie Tomosaka, Takashi Tsukamoto

Productora: Kadokawa

 

 

 

La semana pasada se estrenó en cines La maldición renace, intento estadounidense de resucitar la saga de La Maldición, franquicia que en su tiempo logró hacer que Occidente volteara a ver el terror asiático y comprara no sólo los derechos, sino hasta consiguiera que el director original participara en su remake. Este 21 de febrero toca el turno de El Aro: Capítulo final, cierre que trae de regreso a Hideo Nakata, encargado de las dos primeras entregas de Ringu, quien intentó revivir el J–Horror como lo hizo hace 20 años.

El Aro: Capítulo Final, nos cuentan la historia de Mayu, una doctora encargada de cuidar a una chica que sufre de amnesia. La paciente está bajo custodia policial y es de especial interés para las autoridades. Sin embargo, sus allegados desconocen el porqué de esta situación, e incluso la propia sospechosa ignora los motivos por los que está siendo vigilada las 24 horas. Mientras Mayu se desvive por realizar su trabajo, su hermano, un aspirante a convertirse en un personaje famoso en redes sociales, comienza a darse cuenta de que ha dado con un caso que podría catapultarlo a la fama.

Al leer esta sinopsis, quizás te preguntes ¿Dónde quedó Sadako? Ya que todas las secuelas, precuelas y crossovers –sin importar el cambio de director− giraban en torno a este ente. Bueno, en El Aro: Capítulo final, retomamos la historia sabiendo que el tiempo ha pasado, ahora sólo los habitantes de la isla recuerdan el terrible incidente y conocen la terrible aparición cada determinado tiempo, así como la manera de “venerar” y “apaciguar a Sadako”; es decir, la forma mística que esta leyenda ha adoptado entre la comunidad.

Es complicado entender el hilo argumental de esta cinta por lo tropezado del guion, ya que pareciera contar dos o tres historias diferentes y luego unirlas sin que funcione del todo. La película, más que un cierre de la saga, parece una continuación directa de Ringu 0, precuela de Ringu dirigida por  Noroi Tsuruta, donde nos manejan por primera vez el concepto de dos Sadakos –elemento con el que jugarán a lo largo de esta cinta−y una explicación de la familia y las razones para llevar a cabo el crimen.

Aun así, la historia no se torna clara y el video embrujado brilla por su ausencia hasta el final de la primera mitad, donde se ven imágenes del mismo y subido a plataformas digitales o apareciendo de la nada sin tener un motivo aparente. Al mismo tiempo, se retoma la figura de Sadako como ente vengativo que en esta ocasión, pierde por completo el factor miedo y se vuelve previsible pese a no explicar hasta el final por qué se encuentra anclado a la niña del hospital.

Las actuaciones tampoco son certeras, la niña parece inexperta y en lugar de incomodarte terminas por tomarla como un personaje secundario mientras Mayu, la protagonista se la pasa gritando y después de un rato deja de importarte la razón, aunque a ratos si tenga motivos. El resto del cast pasa igual de desapercibido ya que los personajes son planos, incongruentes, con relaciones a medio desarrollar y diálogos incómodos.

Un elemento a favor –aunque para nada desarrollado y que pasa desapercibido para el espectador común−es la incorporación de la muñeca Okiku, objeto embrujado de dominio público para los japoneses y hasta para algunos turistas que la visitan en Hokkaido. Se ve a la misteriosa niña tenerla a su lado en todo momento y aunque toda la cinta pareciera tener una función especial o un motivo en particular, la realidad es que termina siendo un ornamento más, aunque curioso.

La cinta es más que desastrosa, con un guion flojo; un elenco mal elegido y una historia que intenta unir todas las cintas pero termina dando demasiadas explicaciones y usando en demasía el recurso del flashback, con lo cual termina enredando al espectador y perdiendo la esencia de las cintas de Ringu, así como el terror provocado por Sadako, quien pasa a segundo término. Un mal cierre para una saga que dio visibilidad al cine de su país, así como origen a otras cintas de culto como La maldición, más teniendo en cuenta que el director original estuvo involucrado y él más que nadie debería conocer la esencia de sus creaciones.

 

Ivonne Koike

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Licenciada en Comunicaión y periodismo, otaku y amante de la lectura. Creadora de contenido y un poquito rara y loca.