Reseña de la película: Bacurau, cuando la distopía nos alcance

Título original Bacurau
Año 2019
Duración 132 min.
País Brasil
Dirección Kleber Mendonça Filho, Juliano Dornelles
Guion Kleber Mendonça Filho, Juliano Dornelles
Música Mateus Alves, Tomaz Alves de Souza
Fotografía Pedro Sotero
Reparto Udo Kier, Sônia Braga, Jonny Mars, Chris Doubek, Karine Teles, Alli Willow, Brian Townes, Antonio Saboia, Barbara Colen, Julia Marie Peterson, Silvero Pereira, Edilson Silva, Thomas Aquino, Valmir do Côco, Buda Lira, Rodger Rogério, Uirá dos Reis, Clebia Sousa, Rubens Santos, Carlos Francisco Galán
Productora Co-production Brasil-Francia; CinemaScópio Produções, SBS Films, Símio Filmes, arte France Cinéma
Género Intriga. Thriller. Acción. Aventuras | Gore. Crimen. Venganza. Vida rural
Fecha de estreno: 28 de enero 2021

“La vida imita al arte mucho más que lo que el arte imita la vida.”

Esta frase del escritor Oscar Wilde plantea una cuestión interesante que se liga al concepto de cómo la realidad puede superar la ficción. Curiosamente, esa sensación es la que uno puede tener al mirar una obra como Bacurau, cinta brasileña de Mendonça Filho y Dornelles.

Aunque la cinta propone una distopía futurista que mezcla géneros como el western y hasta el gore, la premisa nos mete de lleno a un pueblo llamado Bacurau, lugar ficticio que se ubica justo al nordeste de Pernambuco, en un futuro incierto en Brasil donde la escasez de agua hace que los habitantes de este peculiar poblado vean la manera de sobrevivir ante estas problemáticas en un lugar que parece ser de poca importancia para sus gobernantes.

Sin embargo, las cosas dan un giro muy extraño cuando la gente que vive en Bacurau se da cuenta de que este pueblo ya no existe en los mapas, que están incomunicados de los demás, que comienzan a aparecer drones con figuras de naves extraterrestres y que la muerte de algunos personajes del lugar así como la presencia de turistas como de un peculiar político corrupto y abusivo comienzan a alterar el orden y la paz de este pueblo brasileño que tendrá que ver la forma de sobrevivir ante las adversidades.

Una de las situaciones más llamativas es esa combinación de géneros, donde el espectador puede pasar desde un relato lleno de realismo mágico para encontrarse con las bases de un western de fórmula y derivar en el gore, usando de buena forma esos recursos del cine de género para contar esta cinta de horror distópica que parece quedarse corta con la realidad de las cosas no sólo en Brasil sino en el mundo presente al plantear esa especie de parábola de exterminio que predomina en el discurso actual de un país sumergido en la ultra derecha opresiva.

Y es que curiosamente Bacurau presenta un relato donde claramente hay reminiscentes de crítica social muy actual, donde la política del gobernante brasileño, Jair Bolsonaro, que ha querido eliminar a las poblaciones originarias indígenas de su país ejerciendo la fuerza con el pretexto de una mejora social, se palpa en el contexto de lo que va ocurriendo en la cinta y que convierte esta historia en una fábula dramática un tanto aterradora.

Sin embargo, lo curioso es que este filme se ubica “de aquí a algunos años” y comienza con una muerte para culminar con una secuencia que combina acción, violencia desmedida y drogas alucinógenas para dar una declaración revolucionaria que apela más hacia un duro presente que hacía una probabilidad distópica, donde la vida y el arte se encuentran en medio de un relato mágico, cruel pero mordaz no sólo acerca de un país sino de un mundo que parece olvidar los problemas sociales para darles una solución violenta.

La cinta, que en su primera hora nos presenta las peculiaridades de este pueblo olvidado, da ese giro brutal en su segunda mitad que es lo que provoca un despertar duro cuando el aparente surrealismo o realismo mágico que rodea a sus interesantes pobladores se desdobla hacia esa realidad violenta donde no sabemos si ésta se queda en una mera ficción o es una opaca reproducción de la vida misma, pintando una delgada línea entre las dos.

Es así que esta cinta de Mendonça Filho y Dornelles maneja la incertidumbre de un posible porvenir que en sus poco más de dos horas de duración detona en una cinta que resulta tanto agresiva como antiimperialista; que nos muestra la fuerza de la revuelta popular como medio de resistencia ante el olvido y la posible erradicación de la historia de un país, resultando en una especie de despertar colectivo, uno que nos llega tanto para luchar como un modelo de supervivencia, una última salida ante el dilema de que la violencia genera violencia.

Ganadora del Premio del Jurado en el Festival de Cine de Cannes en el 2019 y también premiada en SITGES donde arrasó con el Premio del Jurado, así como el de Mejor Dirección y el Premio de la Crítica, Bacurau llega como un relato que puede resultar incómodo para aquellos que se niegan a ver la dura realidad de un mundo, o de un país, como lo es Brasil, donde parece que el destino los alcanza y la realidad puede ser igual o peor que una ficción donde hasta el mismo Wilde quedaría sorprendido.

Deaoni Hyde