Explicando las escenas post-créditos de Ant-Man and the Wasp

Con el estreno hoy de «Ant-Man and the Wasp» se ha dado el pistoletazo de salida al UCM post-Thanos, aunque sus repercusiones en la película que nos ocupa no están tan claras, por aquello de que está ambientada antes de los hechos de Infinity War.  Sin embargo sería una oportunidad perdida desaprovechar el chasquido de Thanos y no hacer ninguna referencia en este último estreno de Marvel. Pues bien, eso es precisamente sobre lo que tratan las dos escenas post-créditos de Ant-Man and the Wasp.

¡ALERTA SPOILER!

En la primera de ellas vemos a Scott Lang portando el traje de Ant-Man, listo para entrar en el Reino Cuántico a través de un túnel cuántico en miniatura, colocado dentro de la furgoneta de la empresa de seguridad de Scott. Controlando el ingenio están Hank Pym, Janet Van Dyne y su hija Hope Van Dyne. Lo que van a hacer es mandar a Scott en busca de partículas cuánticas para curar a ‘nuestra nueva amiga’, es decir para sanar por completo a Ghost. Todo va bien y Scott recauda estas partículas… pero algo sale mal. Casi al final de la cuenta atrás Hope deja de contar y Scott queda varado en el Reino Cuántico, a la espera de volver a nuestro universo… Segundos después comprobamos el motivo: la purga de Thanos se ha producido en ese preciso instante y Hank, Hope y Janet se han desvanecido, dejando a Scott a la espera de que alguien le rescate del Reino Cuántico.

La segunda es mucho más liviana, pero con un matiz importante: es la primera vez que vemos el mundo después de la purga de Thanos. En esta escena nos trasladamos a la casa de Scott Lang, viendo como la televisión está emitiendo el canal de emergencias y reina la quietud y el silencio… Si no fuera por el sonido de una batería de fondo. La cámara recorre la casa hasta llegar al lugar donde Scott tocaba la batería eléctrica, donde encontramos a la hormiga gigante que estaba programada para imitar a Scott tocando la batería. Y fin.

Estas son las dos escenas post-créditos de Ant-Man and the Wasp. Una es claramente más jugosa que la otra, pero no por ello resulta menos divertida.

Fuente: IGN

Alejandro Martinez Alanis