Reseña de la serie: One Piece

Título original: One Piece.

Año: 2023.

Duración: 60 min.

País: Estados Unidos.

Dirección: Matt Owens (Creador), Steven Maeda (Creador), Marc Jobst, Tim Southam, Emma Sullivan, Josef Kubota Wladyka

Guion: Tom Hyndman, Matt Owens, Steven Maeda, Ian Stokes.

Reparto: Iñaki Godoy, Mackenyu Arata, Emily Rudd, Jacob Gibson, Taz Skylar, McKinley Belcher III, Vincent Regan, Ilia Isorelýs Paulino, Morgan Davies, Peter Gadiot, Craig Fairbrass, Langley Kirkwood, Alexander Maniatis.

Música: Sonya Belousova, Giona Ostinelli

Fotografía: Nicole Hirsch Whitaker, Michael Swan, Trevor Michael Brown, Michael Wood

Compañías: Tomorrow Studios, Netflix, Shueisha. Productor: Eiichiro Oda. Distribuidora: Netflix

Género: Serie de TV. Aventuras. Acción. Comedia. Fantástico.

 

Hablemos del Live Action de One Piece 

El temor está en el aire, ni nuestras ex nos habían dejado tanto daño como las adaptaciones de dragón ball, death note, ataque a los titanes o full metal, bueno tal vez al filo de mañana de tom cruise y alita sean las únicas relaciones sanas con live actions que hemos tenido hasta ahora.

One Piece es emocionante, dramática y tiene su toque de comedia. Sus elementos irreales parecía estar lejos de poderse ver en la vida real hasta ahora. Este live action te ilusiona con solo un episodio al ser una mezcla de emociones encontradas, primero porque, como fan del anime, pasar de la animación al live action te hace sentir abrumado, los primeros quince minutos era pura comparación con el anime y cuando sueltas esa ancla comienzas a notar que la historia se siente como algo nuevo.

Debido a los elementos irreales que la serie original tiene, «humanizar» cada elemento resultará en algunos «momentos» un ejemplo de esto es con la «inclusión» de la hermana de nami  [aunque originalmente el personaje es así] 

O incluso en el episodio uno donde el tipo que carga un hacha parece estar a dos de una anemia y en el anime parece medir dos metros y una complexión como la roca johnson.

Es curioso ya dejando de lado esos detalles sin sentido como en cuestión de elementos narrativos que vemos en el anime, cambian radicalmente aquí, desde la introducción de villanos y de el desarrollo de cierto personaje que será parte de la marina en el futuro.

Estos elementos que podrían sacar de quicio al más acérrimo fan, son algo que en este live action le dan su toque especial convirtiéndola en una historia con un desarrollo diferente basándose en las historias del one piece que ya conocemos y aunque si hay sus errores argumentales a comparación del anime, podemos esperar que se arreglen en una próxima temporada ya que estos son parte fundamental en el desarrollo de los personajes.

Si dejamos de lado el guión y nos vamos a las escenas de acción y efectos visuales, queda a deber demasiado para el alto presupuesto que la serie dice tener. Las escenas de zoro el espadachín quedan demasiado deberes y podrían haber dado un poco más, es lo que podría pensar cualquiera solo debemos recordar que los estilos de espada occidentales y orientales son diferentes y no habrá tanto choque como podríamos estar acostumbrados a escenas de ese estilo. En cuanto a algunas escenas de barcos y el mar parecen estar completamente realizados con cgi. Podrían haber mejorado esto con escenarios y locaciones reales que ayudarían a mejorar determinadas escenas, porque lejos de que luffy un tipo de goma ya es uso de VFX o CGI casi obligado, en escenas tan sencillas como escenarios marinos, se sentiría más humano el factor real y no el factor de los efectos visuales.

Y no olvidemos que nami inició peleando, algo que sí espero ver como lo desarrollan en el guión por que es justamente el elemento de fragilidad y debilidad de este personaje que lo conectan con Usopp quien también figuraba como uno de los más débiles en el anime al inicio de la serie.

Y aquí acabamos con estas primeras impresiones del live action que, si Netflix sabe jugársela bien, podría ser su propio juego de tronos.

 

Juan Carlos Manrique